Playlists
¡Buenos
días! Sometimes I wonder where I've been,
who I am, do I fit in. Make believein' is hard alone, out here on my own…
¿Alguien recuerda esta canción de Irene Cara? Pertenecía a
la banda sonora de Fame, una de las
series que más me influenciaron de niña, cuando pensaba que todo era posible y
me pasaba las tardes bailando frente a la pared cubierta con un espejo del
salón de mi casa.
También cantaba, pero claro, siempre con la sensación de que
era una maravillosa cantante, aunque en realidad conseguía más chaparrones que
nadie con mis gallos. Desafino un montón, ¡qué le vamos a hacer! ¡Lo mío es
baile y la escritura! En la música es mil veces mejor mi padre, guitarrista y
cantante de un grupo, y mi hija, intento de guitarrista y con una voz preciosa.
¡Ellos sí dan la nota! En cambio yo… Vale, mejor no hablar de cómo canto yo.
El fin de semana pasado me puse a buscar música para
ambientar las ideas que poblaban mi mente para iniciar 4F3A y de repente me
vino a la cabeza la tonada de Irene Cara. Fue como un flash y empecé a tararear
intentando recordar qué canción era y de dónde la recordaba.
Estaba en el parque, paseando a Amor.
Una de las ventajas de salir a caminar con la perrita cada
día es que mientras avanzo por la calle mi mente se dedica a crear escenas, a
conectar sentimentalmente con las tramas, a darle vida a las escenas… Y ese día
me dio el tono para la novela y para la banda sonora.
A veces me pregunto dónde
he estado, quién soy, encajo. Creer es difícil sola, aquí fuera conmigo misma… La
traducción de la parte con la que he empezado la entrada hoy da el tono y la
idea de la historia de Brenda. Y a veces incluso de la mía y de la mayoría de
personas en algunos instantes. ¿Quién no se ha sentido solo en algún momento?
¿Perdido? ¿Sin rumbo?
Encontrar canciones para formar parte de la playlist de una novela es una tarea más difícil
de lo que parece en un principio. No todas las historias tienen el mismo grado
de intensidad ni requieren tirar de los mismos sentimientos y aunque suene a
locura, a mí cada canción me destapa unas emociones diferentes, ayudándome a
encarar la escritura de una forma especial.
A veces me pongo una canción en bucle durante días e incluso
semanas. Spotify la reproduce una y otra vez para lograr sacar a la superficie
ese sentimentalismo propio de mí, el que me hace llorar en las películas y en
las novelas, el que me pone la piel de gallina mientras imagino una escena, el
que me empuja a aporrear las teclas con la necesidad absoluta de cargar las palabras
de sentimiento.
La música es una vía directa al corazón, obra magia al
conseguir evadirme a ese mundo paralelo donde todo es posible y puedo caminar
de la mano de los personajes hasta tocar el cielo con mis manos.
¡Feliz día! J
Todo forma parte de lo mismo, es hacer pasar al lector un buen rato: música, ambiente, personajes, todo influye, todo fluye 😉
ResponderEliminarBesitos 💋💋💋
Sí, la música es maravillosa...Perfecta para inspirarnos.
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