Fin de ciclo
¡Buenos días! Hoy termina un ciclo de mi vida, uno que me ha reportado buenos y malos momentos, que ha conseguido emocionarme, estresarme, traerme amigas entrañables a mi vida, aprender, darlo todo de mí y avanzar hacia un futuro diferente al que imaginaba.
Me siento un poco desencajada, con una mezcla de emociones. Hay mucho por lo que dar las gracias, por lo que sonreír, por lo que sentirse orgullosa. Y como siempre quiero quedarme con esa parte, la bonita, la maravillosa, eso es lo que va a permanecer para siempre en mi memoria. Porque es absurdo recrearse en las pocas curvas pronunciadas del camino en vez de mirar el ancho paisaje que se presenta a nuestras espaldas.
A veces llegas a un lugar por casualidad, lo haces tuyo y disfrutas muchísimo de la travesía, sin pensar más allá ni imaginar cómo será el final. Porque eso sí es algo inherente a nuestras vidas: todo tiene un final. Aunque está claro que muchas veces lo desconocemos.
Es una sensación agridulce. Triste por dejar algo que me ha llenado mucho y a la vez alegre por empezar un nuevo rumbo que todavía no sé cuál será, pero en el que voy a imprimir todas mis energías, ganas e ilusiones. Porque así soy yo y nada me hará cambiar.
A veces hay que dar el paso, dejarse llevar y cerrar los ojos confiando en que una red te recogerá bajo la caída al vacío. Porque siempre hay futuro, aunque no sepamos cuál es.
Toca descansar, desconectar, asumir y luchar por un mañana diferente.
Siempre hay proyectos postergados que en un instante como este son susceptibles de ser contemplados, y seguro que van a ser geniales.
Debo empezar a plantearme si quiero volver a publicar, qué camino escoger ahora, si sigo escribiendo o relajo mi afición, definir mis metas laborales y ocupar las horas en mí, porque también soy importante.
Quizás en un tiempo no muy largo encuentre un nuevo y excitante rumbo.
¡Feliz día! J
0 comentarios: