Crear la hoja de ruta
¡Buenos días! La vida tiene alegrías, tristezas, emociones, sentimientos contrapuestos y un sinfín de instantes, muchos de ellos cargados de sucesos que pueden darte un subidón o un bajón.
Ayer fue un día repleto de noticias. A veces no hace falta que sean enormes ni significativas para tocarte el corazoncito, solo necesitan ser aquello que tú buscas en ese instante para traerte una inyección de autoestima, una sonrisa inmensa y unas ganas de bailar en medio de la casa, saltando y riendo.
Es bonito luchar por un sueño e ir escalando pequeños peldaños con el tiempo, sentir que la gente te tiende una mano sin necesidad de pedírselo, solo por su creencia en ti y sus ganas de ayudar. Porque es cierto, todavía existen buenas personas en esta vida.
Este último año he pasado por varias fases emocionales, pero llevo ya muchos meses en una donde he conseguido un perfecto equilibrio, tanto es así que creo haber cambiado incluso mi manera de analizar las novelas, de escribir y de leer.
Porque mi paz interior ayuda a centrarme lo suficiente como para ver el conjunto de la historia en cada paso.
Las noticias de ayer fueron en varios ámbitos de mi vida. Una puede clasificarse de pequeñita, pero a la vez es grande para mí, aunque todavía le falte camino para recorrer si se presta. La otra es enorme porque es alcanzar algo que llevaba muchos años soñando, aunque también debo ser prudente y ver las cosas con perspectiva, porque he de recorrer ese sendero y ver a dónde conduce antes de tirar cohetes.
Mi gran reto ahora es centrar mi cabeza porque después de esas noticias debo trabajar en muchas cosas para conseguir alcanzar alguna de mis metas. Y sí, estoy dispuesta a trabajar muy duro, a no cejar en el empeño de dar lo mejor de mí, pero antes necesito detenerme un instante, anotar todas mis tareas y priorizar.
¿No os pasa? ¿No os colapsáis a veces, al pensar en todo lo que se os viene encima, y os va bien deteneros para poner en perspectiva todas las tareas antes de crear una hoja de ruta? Yo creo en hacerlo, en parar, escribirlas todas, cuantificar el tiempo de dedicación y el grado de prioridad antes de decidir cómo avanzar.
Hoy me lo voy a tomar así, será mi día de planificación, ese donde decidiré cómo proceder y hacia dónde ir primero. Aunque he de reconocer que todos y cada uno de los proyectos me hacen tanta ilusión que creo me costará dejar los otros cuando tenga claro cuál va primero.Espero poder daros noticias pronto y que os alegréis conmigo.
¡Feliz día!
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