Productividad

7:07 Pat Casalà 2 Comments

¡Buenos días! Parece que las nubes han decidido acompañarnos durante la jornada de hoy… Yo pensaba ir a tomar el sol después de trabajar, pero mejor me voy con una amiga a tomar algo y paso la tarde acompañada antes de presentarme a la súper clase de baile de Alberto.
Ayer me tomé el día libre… No escribí en el blog porque me pasé la mañana en la piscina tumbada en una hamaca. Charlé con mi hermana, avancé un poquito con DUO y disfruté del día de fiesta recargando las pilas con el sol maravilloso que iluminaba el cielo.
La tarde la dediqué a escribir, acompañada por las mismas canciones de siempre, estirada en mi rincón del sofá, con la tranquilidad que ofrece la soledad… Mi marido sigue en China y mis hijos estaban en sus habitaciones, así que conseguí tirar adelante otro capítulo.
Esta novela se perfila larga, como en su momento fueron La Baraja y El Secreto de las Cuartetas, llevo ochenta y dos folios escritos y me falta muchísima historia que contar. Me gusta este nuevo estilo, hablar acerca de las vidas de personas ajenas, darle color a cada situación que podría ser algo nuestro. Aunque la estructura que he elegido es más peligrosa que otras…
Sé que es un proyecto ambicioso, nunca había tocado este tipo de tramas. No suelo cuestionarme demasiado la manera en la que estructuro el manuscrito, normalmente me fío de mi intuición. Y supongo que ahora debería hacer lo mismo, a pesar de que hay una parte larga escrita en primera persona.
Es bonito sentirse acompañada por los personajes, cada vez que inicio una historia siento cómo crecen en mi interior, durante unos meses se convierten en mis aliados, como si pudieran prestarme sus emociones.
Llevo un tiempo en el que me da la sensación de que no escribo suficiente, pero las cifras demuestran que no es así, desde diciembre de 2013 hasta enero de 2014 escribí cuatro novelas. En los últimos dos meses le he dado vida a ochenta y dos folios de otra… ¡No está mal!
Desde que entendí que la vida era maravillosa a pesar de no publicar la alegría dirige mis pensamientos y me convierte en más productiva. Quizás mi cabeza solo necesitaba deshacerse de la inquietud para encontrar el cauce de las palabras.
Muchas de las decisiones que tomo son por impulso, aunque lleve tiempo madurándolas en secreto. El viernes me di cuenta de que es una suerte, de que a pesar de las vueltas que le doy a cualquier cosa, siempre hay un hecho que me ayuda a avanzar en una dirección concreta…

¡Os deseo un muy feliz día! J

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2 comentarios:

  1. Feliz día y aprovecha los momentos de paz. A veces son muy pocos. Y si encima puedes escribir, es estupendo. Yo ayer apenas escribí una página. Esta vez voy súper lenta.
    Un beso

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    1. Es cierto, con la vida ajetreada que llevamos encontramos pocos momentos de tranquilidad. ¡Un beso!

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