Grandes sueños

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Tengo una dura semana de trabajo por delante que pienso encarar con una ancha y preciosa sonrisa. Hoy me he levantado en el puesto número veinticinco del Top100 gracias a un sinfín de personas que confían en Ecos del Pasado como lectura para estos días veraniegos. ¡Es increíble!
Mi vida de escritora empezó un lejano día de 2001, cuando mi niña tenía catorce meses y mi hijo mayor iba a cumplir cuatro años. Fue una decisión repentina, de aquellas que apenas maduras. Me lancé de cabeza a ver cumplido ese sueño infantil al que había renunciado por ideas equivocadas.
¡Al ladito de John Green!
A veces las personas que nos acompañan a la hora de madurar calibran mal nuestras posibilidades y nos acaban limitando la libertad de escoger. Aunque no me arrepiento de la carrera que estudié ni de mi trabajo remunerado, es algo que me llena y me ayuda a sonreír cada mañana.
No hay que arrepentirse de las decisiones tomadas, es importante no recriminarse el camino que se eligió ni pensar en lo que no fue si se quiere ser feliz. Lamentarse de actos pasados nunca es una opción válida para ser feliz. Por eso veo siempre la parte positiva de las cosas, incluso de las tristes o dolorosas se aprende algo.
Escribir es un acto inconsciente para mí, algo que anida en mi interior con unas profundas raíces. De pequeña utilizaba mi imaginación desbordante para inventarme historias y vivirlas con mis amigas, siempre atenta a las pistas inventadas para resolver un crimen…
Este último mes he cumplido una parte importante del futuro que entonces proyectaba para mí. Tras años de lucha, de momentos bajos, de otros álgidos y de una cantidad inmensa de expectativas derrumbadas, por fin hay un resquicio de ilusión esperándome a la vuelta de la esquina, y es maravilloso sentirme acompañada por muchas personas que me demuestran su cercanía en cada gesto y en cada palabra.
Quizás el tiempo avance en otra dirección o sencillamente me demuestre que estoy viviendo en un oasis perdido en el desierto, pero mientras me nutra de su belleza y aguas cristalinas voy a disfrutarlo. Cuando deba emprender de nuevo mi solitario camino por la arena yerma lo haré con una ancha sonrisa llena de ilusiones.
Os dejo el enlace a una reseña de la novela (enlace). 

¡Feliz día! J

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