Los riesgos de la autoedición

10:01 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! El sol brilla en un cielo azul tan nítido que me despierta la ilusión. El olor y el sonido de una jornada soleada me llenan de paz, como si lograran serenar cada átomo de mi cuerpo. Estoy feliz, nada puede empañar la felicidad que me aporta la última aventura literaria, es gratificante descubrir que a pesar de los pesares Ecos del Pasado sigue ahí, dando guerra en el Top100.
Autopublicar es un camino escabroso y un arma de doble filo. Un escritor debería ceñirse al arte creativo, a darle vueltas a la trama, a encontrar una manera de narrar las peripecias que su mente teje sin cesar. Pero la realidad muestra que esta posibilidad solo está al alcance de unos pocos.
La maravilla de Amazon es que permite subir constantes revisiones de los manuscritos sin que cuenten como una nueva publicación. Evidentemente nadie es perfecto, y menos yo. El otro día comentaba con una conocida del mundo de las letras cómo me gustaría tener a un equipo igualito al de Ken Follet… ¡Sería increíble!
El autor de Los Pilares de la Tierra trabaja con varias personas que se encargan de revisar los manuscritos, buscarle documentación acerca del tema que trata, señalarle los fallos… Y luego tiene una editora detrás que se preocupa de los últimos retoques, de la portada, de la maquetación y de algo tan importante como es la promoción. Ufffff, ¡qué bonito sería emularle! Pero en los tiempos que corren y la realidad de mi situación estoy feliz de contar con la posibilidad de realizar todas esas tareas yo sola.
Porque no podemos olvidar que subir tu obra a Amazon oculta muchos riesgos. Primero hay que preparar el archivo de Word siguiendo las premisas de la plataforma. Luego hay que tener un poco de maña con los programas de imagen para conseguir una portada perfecta o recurrir a la colaboración desinteresada de una persona cercana. Eso sin contar que la revisión final que en una editorial tradicional pasa por tres o cuatro manos, la haces tú con ayuda de tus lectores beta.
Cuando has salvado los primeros escollos y le das al «guardar y publicar», empieza una tarea muy importante: conseguir darle visibilidad a la novela. Para mí es la parte más difícil, porque hay muchísimas obras buenas en Amazon y destacar cuesta un esfuerzo.
En mi caso las horas que necesito para promocionar son las mismas que antes usaba para escribir. Trabajo muchas horas fuera de casa, tengo una importante responsabilidad en el trabajo y no puedo dedicarme a las letras el tiempo que desaíra. Sin embargo continúo al pie del cañón, escribiendo a ratos, promocionando en otros, releyendo en algunos…
La magia de la cercanía con los reseñadores me ofrece la posibilidad de corregir algunos errores tipográficos del primer manuscrito. Ya he subido cuatro revisiones a Amazon, cada una de ellas con mejoras. Esas aportaciones anónimas y privadas suelen alegrarme el día.
Por suerte en poco tiempo tendré una versión revisada de El Secreto de las Cuartetas, gracias a la editorial Javisa23. Os dejo el enlace a una reseña realizada por Selin. Parece que le ha gustado el libro… 
¡Feliz día! J


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