¡Mañana es el día!
¡Buenos días! Hoy es el día D, el de las notas, el
de enfrentarnos una vez más a los malos resultados… Espero que no estén tan mal
como otras veces… De momento pienso sonreír, no agobiarme y buscar soluciones a
los problemas que surjan en el camino.

Cuando tienes hijos que no son estudiosos y te
enfrentas año tras año a los mismos escollos, te desesperas. Es duro, y más al
percatarte de lo que se juegan, de las realidades que les esperan tras un poco motivación…
En fin, debo caminar por las horas con la seguridad de que el tiempo pone las
cosas en su lugar.

¿Estáis preparados para conocer a la policía
Raquel Estrada? ¿Y para vivir la historia de Purificación Castro? Yo estoy
emocionada con el lanzamiento de mañana, cuento las horas para darle al botón
de publicar y compartir con vosotros esta novela.
Detrás de un manuscrito hay horas de escritura, de
darle vueltas a la trama, de imaginarse cada una de las escenas… Es un trabajo
gratificante para mí, me llena y consigue hacerme feliz.
Escribir, dar vida a personajes inventados,
dirigir los hilos imaginarios de otras vidas y vivir una aventura en primera persona
es increíble, nunca me canso de repetir. Me encanta sentarme en sofá con mi
ordenador en el regazo, abrir el Word y darle vida a mis mundos paralelos.
En mis horas libres prosigo con la última
corrección de Dúo, dándole vida a las vicisitudes de André a través de sus
cartas, volviendo la vista atrás y sintiendo cada una de las vivencias de
Margaret… ¡Me encanta cómo queda! Cada una de las nuevas ideas consigue darle
mayor profundidad,
¡Feliz día! J
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