Hay cosas que solo me pueden pasar a mí...
¡Buenos días! Parece que el sol y el buen tiempo se han largado
a otro lugar porque ayer hizo un día triste en Barcelona y hoy no tiene pinta
de que vaya a ser mejor. Menos calor, más nubes y a lo mejor cae algún
chaparrón…
Hoy Facebook me recordaba mi publicación de hace un año en la
que escribía «hay cosas que solo me pueden pasar a mí…», y resulta que el
viernes publiqué otra actualización de estado con el mismo encabezamiento. Y es
que… ¿A quién se le ocurre darse un golpe con una bola de remolque de un cuatro
por cuatro? ¡A mí! Y no fue un golpecito de nada, me hice un edema óseo que me
va a dejar sin bailar y sin moverme demasiado
durante un mes. He de ir a fisioterapia, ponerme hielo, no subir escaleras, no
caminar de manera excesiva… Por suerte puedo ir a trabajar porque permitirme el
lujo de quedarme en casa no es una opción con la cantidad de temas abiertos que
tengo en el despacho.
El sábado fuimos a Tivisa, un precioso pueblo de Tarragona
donde la prima de mi marido tiene una casa. Su marido es de allí. Comimos en la
casa de su madre, en un jardín cuidado con mimo, una barbacoa buenísima. Fue un
día espectacular, aunque me quedara en una silla todo el rato para portarme
bien.
De esa comida salió una idea preciosa para la primera parte de
la serie Sin ti, la trilogía que nos
cuenta la historia de amor entre Julia y Zack y nos presenta a gran parte de
los personajes de la segunda parte que ahora estoy escribiendo. Si sale bien
será algo grande… Solo necesito dejar pasar el tiempo para ver cómo acaba mi iniciativa.
Tengo una posible noticia que me hace muchísima ilusión, pero
todavía no sé si será posible, si acabará bien, si conseguiré dar saltitos de
alegría como Steff o al final se quedará en nada. Aunque en mi caso los
saltitos serán sobre una cama y sin apoyar el pie en el suelo.
Me cuesta hacerme a la idea de que al final, después de años
de trabajo muy duro, puedo sonreír con la sensación de que ya no estoy tan sola
ante el peligro. Nunca dejaré de agradecerles a mis beta su acompañamiento
durante estos años ni su constancia al estar a mi lado. ¡Hay días que incluso
me dicen que escribo bien! J
A ver si pronto os puedo dar noticias…
El viernes salió una reseña preciosa de Rumbo a ninguna parte de la mano de Shy, la administradora del blog
My life in simple Little words
(enlace). Sonrío al ver cómo lo ha puntuado, es alucinante descubrir estas
pequeñas alegrías y ver que mi pequeñín despierta alguna pasión.
¡Feliz día! J
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