Consejos de una principiante
¡Buenos días! Una de las preguntas que más me repiten en las
entrevistas que me hacen suele ser qué consejo le daría a los escritores que
empiezan.
A día de hoy tengo catorce novelas publicadas, nueve con
editorial y cinco autopublicadas. En septiembre saldrá la número quince de la
mano de Red Apple Ediciones y si todo va bien en noviembre y en febrero
tendréis otras dos. En total a finales de febrero de 2019 tendré diecisiete títulos
en el mercado. ¡Una buena cifra, la verdad!
Pero todavía me considero una principiante porque en el
mundo de la literatura se aprende día a día y nunca acabas de formarte. Cada novela
es un reto, una aventura, una cantidad inmensa de esfuerzo y nuevas formas de encarar
la narración para ponerme en la piel de los nuevos personajes.
Para mí llegar a ver mis libros en la estantería virtual de
las plataformas de venta o de una librería fue una larga y dolorosa
experiencia. Tardé más de diez años en lograrlo, quizás por eso ahora me tomo
con calma las publicaciones. Fue duro esperar algo que nunca llegaba, contar
con personas que aportaron mucho a mi bagaje, pero no me ayudaron a encontrarme
como persona y a saber qué esperar de verdad de este mundo.
Lejos queda ya esa Pat, por suerte. La vida me ha mostrado
un camino, unas esperanzas reales y una forma de mirar hacia delante con la
ilusión de descubrir la esencia real de la escritura, una que me empuja a no
parar de crear historias, a conectar con los personajes, a soñar con sus vidas
sin importarme qué va a suceder después con la novela.
Mi consejo para los que sueñan con publicar algún día es
simple y a la vez auténtico porque a mí me ayudó a superar la frustración y el
mal sabor de boca. Disfrutar con el camino, trazarlo con ilusión y esperar con
una sonrisa porque tarde o temprano se encuentra un sendero que te acerca un
poco más a la meta.
Yo necesité mucho tiempo para llegar a esa conclusión, pero
cuando al fin lo hice descubrí una felicidad sin límites porque logré dejarme
seducir por la fuerza de la creación, por los sentimientos de cada novela, por
la desbordante energía de ser titiritera de miles de tramas.
Otro consejo importante es no trazarse unas metas demasiado
elevadas ni pensar que la vida de un artista es fácil. Como escritores cobramos
poquito por cada una de nuestras ventas, dedicarse solo a escribir no es una
tarea fácil ni está al alcance de demasiadas personas. Pero cada euro ganado
por las ventas es un chute de energía positiva y nos llena de una emoción
suficiente para seguir pasándonoslo de miedo con la escritura.
Ha salido una reseña preciosa de Un último día conmigo en el blog El cementerio de los libros (enlace) que me ha llegado al alma. Estos
pequeños logros, llegar al alma de algún lector hasta conseguir hacerle llorar,
son el combustible para seguir soñando y no dejar nunca de ideas tramas.
¡Feliz día! J
¡QUé bonito consejo!
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