De la A a la Z... ¡La N!

9:29 Pat Casalà 2 Comments


¡Buenos días! Este fin de semana se me ha hecho muuuuy corto. ¡Ains! Ya tengo ganas de volver a tener varios días libres para disfrutar de mis historias, tanto escritas como leídas.
Hoy toca la letra N y me he dado cuenta de que con la F me dejé mi serie de culto de hace un tiempo, Fringe. ¡Qué fuerte! Es alucinante cómo mi mente deja de recordar según qué títulos cuando toca y me los devuelve luego.
¡Vamos allá!

Una película



Llamadme cursi, pero Nothing Hill a mí me pareció una película preciosa, tanto que a veces la vuelvo a ver para sentir cómo crece en mi interior la increíble historia de amor entre un chico corriente y una súper estrella de cine.
Luego vuelvo a la vida real y me percato de lo diferente que es cuando lees sobre famosos en las revistas, aunque mi alma de romántica empedernida me susurra que muchas veces la realidad supera la ficción.
Esta película tiene varios ingredientes para convertirse en una de mis preferidas. Hay humor, instantes mágicos, mucho amor y frases alucinantes.

Una serie



Mi pasión por los números viene desde niña. Creo que como Brenda (la protagonista de la novela que estoy escribiendo) tiene mucho que ver conmigo en ese aspecto porque como ella yo de niña me entendía mejor con el lenguaje matemático que con el de los niños.
Una de mis series preferidas, de esas que miraba embobada en una época en la que las historias bullían en mi cabeza con una efervescencia feroz, fue Numbers. Ahí me di cuenta de cómo hubiera sido tener una mente brillante como Charlie y cómo seguía alucinándome el mundo de las matemáticas.
Además, la historia de amor entre Amita y Charlie me pareció preciosa. ¡Qué se le va a hacer! ¡Soy una romántica total!

Un libro



Nunca digas siempre. Preciosa historia entre dos personas que se apoyaron en una situación durísima de niños. Yo en la segunda parte de la Serie Sin ti intenté explicar algo acerca del sistema de tutela estatal, de cómo se sienten los niños que han pasado la infancia yendo de una casa de acogida a otra, de esa sensación de no tener hogar ni poder establecer vínculos duraderos con nadie.
Tanto Mallory como Rider rehacen su vida cuando las circunstancias los separan, pero nunca olvidan ese pasado traumático ni cómo se apoyaban el uno al otro ni cuáles eran exactamente sus sentimientos.
Es una historia preciosa, llena de emociones a flor de piel y giros que te dejan con el corazón hecho trizas.

Una canción



Una novela que posiblemente vea la luz el mes de noviembre (todavía tengo la fecha sin confirmar y el contrato por firmar, pero me fío 100% de que todo saldrá bien) es Nunca dejes de bailar (NDDB). Es diferente a las anteriores, tiene un nivel de sensualidad superior y su playlist se nutre de música latina porque Maya es medio dominicana y baila una fusión de estilos, aunque su principal es el latino.
Nota de amor, una canción de Carlos Vives y Wisin forma parte de esta banda sonora que tanto me ayudó a construir esta historia de reencuentros y amores predestinados.
Tiene un ritmo que invita a bailar sin detenerse, a mover el cuerpo a su son y a dibujar ondas sinuosas con el cuerpo para abrazar ese compás alucinante.

¡Feliz día! J

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2 comentarios:

  1. ¡Qué curioso! Nunca hubiera imaginado ver por aqui a mi coterráneo Carlos Vives

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    1. ¡Jejejejeje! ¡Escucho música de todas partes!!! Besossssss

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