¡Buenos días! Cada vez que algún lector se pone en contacto conmigo para preguntarme sobre una novela me emociono porque es como sentirlo cerca, como si pudiera abrazarle y descubrir si mis personajes y mi historia le ha llegado al corazón.

Para mí escribir no es solo crear una trama y llevarla hasta al final, es ponerme en la piel de los protagonistas, mostrar sus sentimientos, comprender por qué actúan de una forma, sentir cómo crecen a mi lado y emocionarme con ellos.

Es la magia de crearlos, lo que me atrapa cuando escribo, la motivación para seguir adelante con esa idea que cuaja lentamente en mi mente hasta convertirse en algo real, casi tangible.

Cuando ellos lloran, yo lloro. Cuando ellos aman, yo amo. Y cuando ellos se derrumban, yo me siento caer en un pozo profundo.

Son el motor de mi inspiración y me encanta sentirlo así.

Cuando extrapolo esas ideas de cómo yo pienso que un personaje reaccionaría ante una situación determinada consigo ponerme en su piel, enfrentarme a sus miedos, a sus necesidades, a sus malos y buenos momentos. Y es lo que me atrapa, lo que me dispara la adrenalina, lo que me emociona.

En Contradirección, sin frenos y sin ti me enfrenté a un dilema porque a pesar de tener claro cómo acababa no tenía demasiado definido el camino de nuestros protagonistas para llegar a ese final.

Me costó bastante decidir en qué momento Kristie elegía su sendero, cómo lo hacía y las razones que destruían momentáneamente la posibilidad de seguir la senda de sus deseos.

A veces me dicen que las historias encajan como si hubiera dejado piezas de un puzle diseminadas por las novelas anteriores. Y cuando yo leo el conjunto lo veo claro, pero la realidad es que mi mente es la responsable. Yo tejo la historia a medida que avanzo y recojo algunas ideas que he dejado sueltas en algún momento.

Esta última novela de la Serie Sin ti es la más llena de suspense, nos da una explicación de por qué alguien actúa de una forma determinada y cómo es. Para mí era importante encontrarle ese pasado, explicarlo bien, descubrir cómo le afecta en el presente…

¡En fin, espero que os guste mi historia!

No os olvidéis del sorteo que hay en marcha, todavía tenéis tiempo de apuntaros (enlace).

¡Feliz día! J