¿Cómo nos cambian?
¡Buenos días! Parece que el tiempo quiere sumergimos en el invierno, como si las nubes se hubieran propuesto mostrar su hegemonía para borrar el sol de un plumazo y traernos días grises.
Desde que me quedé sin trabajo estoy estudiando inglés de manera intensiva y una de las preguntas que nos han hecho bastantes veces últimamente es si el tiempo me afecta a mi estado de ánimo. Y la respuesta es un sí categórico.
Cuando me despierto con este clima me siento más melancólica, como si mi emociones se balancearan hacia el lado más nostálgico y pudieran apagarse.
El sol en cambio me enciende, me llena de sonrisas, de vitalidad, de ilusiones.
Siempre os cuento la importancia de sentir a la hora de escribir porque para mí es una conexión profunda con los personajes, con la historia, con cada situación. Y el clima a veces alienta una forma de escribir, el tono de la escena, mis ideas…
Estoy terminando una bilogía que ha cambiado en varias cosas mi forma de estructurar las historias. Me ha costado y a la vez me ha enriquecido porque buscar retos siempre es la mejor manera de avanzar, de encontrarse, de aprender. Y llevaba tantos años con la estructura de las románticas que darle vida a algo más intimista ha requerido de mucho esfuerzo.
En toda historia suele haber una parte amorosa porque en la vida también la hay. Aunque no todas acaban bien, la mayoría de las personas vivimos relaciones, vibramos con ellas y nos acompañan en el camino. Pero de mis últimas dos novelas ese no es el tema central, sino más bien una parte necesaria para entender las vicisitudes de los personajes.
Pérdidas, cambios, sueños, obstáculos, secretos, mentiras… ¿Cómo afectan a nuestra vida? ¿Cómo nos cambian? ¿Cómo nos abocan a una dirección o a otra?
A veces la vida te empuja hacia un lugar que no deseas o no imaginabas, cambiando de una forma irremediable tu entorno, tus vivencias, tus posibilidades.
No siempre es fácil vencer el rencor o el dolor o la sensación de pérdida cuando te arrebatan la felicidad. Pero hay que aprender a salir a flote, a buscar otra forma de caminar, a encontrar un nuevo rumbo. Porque cuando una puerta se cierra, seguro que mil ventanas abiertas te esperan en algún lugar.
Empecé la que he llamado bilogía Perfumes y acordes cuando tenía unos sentimientos determinados y después, tras perderlos, me costó un mundo de fuerza de voluntad hallar el sendero de regreso a la historia, a los personajes, a sus sentires. Pero cuando uno desea hacerlo, encuentra la manera.
Pronto tendré noticias y seguro que un nuevo trabajo y mil nuevos proyectos porque a pesar del día, sonrío.
¡Feliz día! J
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