Esperanzas y felicitaciones
¡Buenos
días! El sábado nos trae descanso, tranquilidad y horas familiares o con las
amistades. El fin de semana es un regalo que debemos abrir lentamente para
disfrutar de cada segundo sin perdernos nada, dos jornadas para no establecer
horarios ni ceñirse a obligaciones laborales. ¡Así que disfrutad de ellas!
Ayer
me pasé muchísimas horas pegada al iPad, devorando literalmente una novela de
María Martínez, una gran escritora inédita que en el futuro cosechará muchísimos
éxitos, estoy segura. Era la segunda parte de la que leí hace un mes y me
enganchó tanto que me la tuve que acabar en un día. La he felicitado en
privado, pero también me gustaría hacerlo en público.
Leer,
sentir, creer, introducirse en una historia y desear conocer qué pasará a
continuación es algo maravilloso, una sensación única que no con todos los
libros consigues. Como escritora me interesa transmitir, encontrar la manera de
imprimir en el papel aquellas emociones que me recorren. Como lectora me gusta
que mi piel se erice cuando hay peligro, que las lágrimas afloren cuando la
tristeza o la emoción consumen las páginas, que la rabia se apodere de mí
cuando la trama así lo requiera. Y ayer eso es lo que María consiguió.
¡Hay
tantos libros que se editan sólo por el nombre del autor! No podemos perder de
vista que las editoriales son negocios que deben dar rendimientos, pero cuando
leo unos libros tan buenos, tan bien escritos y tan medidos en sus tramas no
puedo dejar de preguntarme porqué no hay oportunidades para todos.
Durante
años he luchado por ver mis libros en una estantería, he soñado, he trabajado
duro y no cejado en el empeño de avanzar por un laberinto demasiado intrincado
como para descubrir la
salida. Y seguiré batallando cada día de mi vida, buscando la
esperanza y la fuerza para creer en mí, sin desfallecer más que en momentos
puntuales.
Cuando
hacían Operación Triunfo por la tele y ponían los castings yo lloraba
desconsolada cada vez que a alguien le decían que no. Sé que os parecerá algo
absurdo y sin sentido, pero ver en la tele cómo se derrumban de golpe todas las
expectativas de alguien creativo e ilusionado era como verme en un espejo, como
sentir que mis castillos de esperanza se derrumbaban hasta convertirse en
polvo.
Esa
sensación es la que me acompaña cuando los meses y los años se suman sin avanzar,
cuando mis preguntas no encuentran respuesta, cuando la incertidumbre de no
saber se cierne sobre las horas y la vacuidad de las palabras. En el fondo
prefiero saber, entender, conocer el camino y aprender a esperar.
Recuerdo
al principio de firmar con la agencia, tras dos años y medio de espera, siempre
detrás de un mail, de una palabra, de una aceptación. Recuerdo la emoción que
sentí cuando pensé que las cosas cambiaban, cuando me pidieron una foto y una
biografía, cuando cada día sin falta miraba la Web para ver allí mi nombre y mi
cara y cada día sin falta cerraba el ordenador sin aparecer. Un año después,
tras mucho insistir, me explicaron que la política de la agencia era poner sólo
los autores editados. Y entonces lo entendí, dejé de esperar y me relajé,
porque tenía un sentido, una razón y no era descabellado.
Por
eso siempre he preferido una negativa a la ignorancia, una realidad tangible a
una esperanza vacua, una razón que explique la situación a la espera
interminable con construcciones demasiado endebles para aguantar un temporal.
Quizás
nunca logre alcanzar mi sueño, quizás esa firma sólo fue una de esas casas de
papel que aparecen en mis pensamientos, quizás una ráfaga de viento pueda
asolarlas de golpe, quizás todo es un espejismo, una quimera, un mito
inalcanzable. Pero yo voy a seguir creyendo, a seguir esperando, a seguir
apoyando a mis compañeros de fatigas y a seguir escribiendo cada día en este
rinconcito de la blogosfera.
¡Os
deseo un sábado estupendo!
Pat, lo conseguirás. Conseguirás alcanzar ese sueño que parece tan lejano e irrealizable...sé que lo harás porque eres buena. Así que ánimo y a seguir con esa positividad que te caracteriza.
ResponderEliminarUn besazo!
¡Gracias guapa! Espero que tú también lo consigas, que alcances esas metas trazadas y que pueda algún día sostener Eterna Oscuridad en mis manos en formato libro. ¡Un beso enorme!!!
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