Luchar por la felicidad
¡Buenos
días! Hoy supongo que todos los que tenéis niños pequeños estáis inmersos en la
tarea emocionante de abrir los regalos y compartir la alegría de vuestros
retoños. ¡Seguro que os han despertado de madrugada con la ilusión como motor! ¡Saltando
en la cama y pidiendo “porfi” que os levantéis! ¡Es lo que toca el día de
reyes!
Ojalá
esa intensa emoción durara toda la vida y pudiéramos creer realmente en la
magia, en una magia que nos acompañara en algunos momentos de la vida y nos
ayudara a avanzar con un aura de seguridad y tesón… ¡Claro que entonces todo
sería más sencillo!
Ayer
leí en el blog de mi agente literaria que en estos tiempos de crisis deberíamos
intentar aparcar el miedo y no conformarnos con ser prudentes. Ella nos
conminaba a luchar por la felicidad, a no desistir, a comprometernos con
nuestras ilusiones e intentar caminar hacia ellas.
¡Llevo
tantos y tantos años en esa senda ! Pero
por mucho empeño que he puesto, por muchas ganas e ilusiones, por mucha
perseverancia e intención, no veo que la escalera hacia la meta esté más cerca,
más bien llevo años en el mismo peldaño, aunque no he dejado de creer.
La
única vía directa para lograr los sueños es el tesón la constancia, la ilusión y
la credibilidad en uno mismo… Realmente a constancia pocas personas me ganan,
si me comprometo con algo soy incapaz de faltar a ese compromiso, aunque en la
vida me he encontrado con muchísima gente que no cumple con los deberes
adquiridos por propia voluntad.
Empecé
mi lucha por lograr mi sueño ahora hace casi diez años. Durante todo este
tiempo le he dado a la escritura todo mi tiempo, mi energía y mis esperanzas. He
estudiado ortografía para superar mi disortografía y ser capaz de ofrecer un
texto sin faltas. He leído hasta la saciedad para aprender técnica. He tomado
lecciones particulares para intentar mejorar la redacción y pulir aquellos
fallos gramaticales y de estilo que empobrecían los manuscritos. Y he creído,
sufrido y disfrutado.
Y
sigo luchando cada día, creyendo, soñando, deseando, esperando… Antes estas
esperas interminables se me hacían duras y pesadas, nunca entendí la manera en
la que el tiempo se interponía entre preguntas y respuestas ni la dilatación en
las semanas y los meses de un paso hacia delante. Y, si os digo la verdad, sigo
sin entenderlo. ¡Pero así son las cosas!
Es
duro cuando ves que ha pasado un año más y no has logrado avanzar por mucho
empeño que le hayas puesto. Cuesta seguir sintiendo la esperanza en tu interior
cuando cada día te acerca otra vez a la inevitable realidad de que nada ha
cambiado, de que todo sigue igual, de que tus esfuerzos se quedan en un
rinconcito apartado hasta que la vida te de una oportunidad.
Pero
por mucho que me diga a mí misma que se ha acabado, que no hay nada que hacer,
que después de diez años ha llegado el momento de dejarlo, soy incapaz de tirar
la toalla, porque ese es mi sueño, la verdadera razón por la que cada mañana me
levanto a las 6.26 para escribir la entrada en el blog, miro el mail a la
espera de esas noticias que nunca llegan y sigo escribiendo en los momentos
libres.
Así
que seguiré luchando por mi sueño, seguiré esperando esa respuesta que siempre
se pierde en el ciberespacio de los días y los meses y seguiré pensando en cuales
son las alternativas que me quedan…
¡Os
deseo un gran día de reyes!
Todo lo que rodea a la navidad me es ajeno, por eso no he comentado tus últimas entradas, porque no puedo compartir tu entusiasmo, aunque sigo viniendo a leerte siempre que puedo (si no puedo a diario, me pongo al día con las entradas pendientes cuando por fin vengo) porque sigo compartiendo tu cosntancia y tu fe.
ResponderEliminarSí que creo que hay días del año que son más especiales que otros, más cargados de magia. Y éste es uno. No por los regalos, sino por la fe que mueve todo en este día, la fe de los inocentes y la ilusión de los que no lo son tanto, pero ponen todo su empeño en llenar de magia y de ilusión las vidas de aquellos a los que aman.
Y en este día mágico te digo, una vez más, que no dejes nunca de creer, Pat. Diez años no son nada para los dioses, aunque a los mortales se nos hagan eternos. Los dioses escuchan, y responden siempre, aunque no cuando nos gustaría. Ama y cree, cariño, y sigue luchando. Yo lo hago. Y sin perder la sonrisa 8)
Bea!!!! Gracias por estar ahí y ofrecerme tus sonrisas!!! Eso me hace súper feliz!!!
ResponderEliminarMi intención es seguir luchando un que me falte el aliento y si mi camino actual está equivocado yacectificaré. La verdad es que todavía sigo creyendo que no hay nada imposible.... A ver si el tiempo me da la razón!!!
Te deseo un mágico día de reyes!!!!! :)