Encuentro RA y un 18 cumpleaños
¡Buenos días! Me queda poquito para irme a Madrid.
Este año voy a ir al VI ENCUENTRO RA y estoy emocionada por la cantidad de
gente que voy a conocer ahí. He quedado con una compañera y me hace muchísima
ilusión salir en los carteles de escritores asistentes.
Para aprovechar la fiesta local en Barcelona del
próximo viernes mi marido y yo pasaremos un día y medio en la capital. Tenemos
entradas para ver El Rey León, una
reserva en un hotel precioso, billetes de AVE y un sinfín de ilusiones.
Mi marido volverá a Barcelona el sábado por la
mañana, yo por la noche, tras un día maravilloso.
Como el fin de semana no podía ser tranquilo la
guinda la pone el cumpleaños de mi hijo Àlex, mi precioso regalito de San
Valentín. Me parece increíble que cumpla dieciocho años, es alucinante. Hace
poco lo acunaba entre mis brazos y míralo ahora, a punto de convertirse en
mayor de edad…
El sábado por la noche lo celebrará con sus amigos
en un local, domingo iremos los cuatro a comer y el lunes vendrá la familia al
completo a casa para darle bombo.
Una de las mejores maneras de celebrar este tipo
de acontecimientos es reuniéndonos para cenar mientras comentamos cosas acerca
de nuestras vidas. Estoy feliz por tener una familia genial.
El otro día salió una preciosa reseña de Los mundos de Esme en el blog Mis lecturas y más cositas (enlace). A
Magari le gustó la novela y me emocionó. Estas pequeñas aportaciones para dar a
conocer mis obras me llenan de energía positiva para continuar creando mundos
paralelos.
Ayer avancé bastante en la escritura de UDMST,
trabajé con un par de ideas en la cabeza para darle fuerza a la narración. No
quiero escuchar aquello de «segundas partes nunca fueron buenas», he de
conseguir una historia a la altura de las expectativas, como mínimo de las
mías.
Secretos, mentiras, medias verdades, acción, amor,
pasión, dolor… Quiero combinar estos ingredientes para presentar una trama
intensa. Esa es mi meta en este manuscrito. No quiero dejar la historia sin
concluir, pero necesito algunos cabos sueltos para unirlos en la tercera y
última parte.
Amo escribir. Es mi pasión, mi lugar secreto, mi
alegría. Nunca voy a dejar de hacerlo porque me llena de positividad. Las
cosquillas en el vientre cuando decido el destino de los personajes, las
sonrisas y las lágrimas al avanzar en la narración, las horas de sentirme
acompañada por personas invisibles… No lo cambiaría por nada.
¡Feliz día! J
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