Amor irreflexivo
¡Buenos días! Mi insomnio crónico lleva unas semanas
espesándome los pensamientos. No duerno mucho, me paso la noche dando vueltas a
mil ideas inconexas que se apoderan de mi mente, a las reseñas, a las
historias.
Cada día
te espero a ti ha supuesto muchas opiniones dispares y un sinfín
de emociones encontradas. Y es que me siento como si estuviera en una batidora
porque en cada una de las historias pongo mi alma, mi corazón y mis ilusiones.
Cuesta enfrentarse a según qué reseñas, aunque con el tiempo he aprendido a
encajarlas, a entender a las personas que hay detrás de la lectura, a aprender
de algunas notas que apuntan fallos en la historia para mejorar…
El carácter de Julia es lo más comentado en los blogs, su
manera de luchar por Zack, cómo él se mantiene firme por sus convicciones e
intenta por todos los medios posibles resistirse a una atracción imposible. Y
sí, Julia se obsesiona un poco con conseguir a Zack, pero no podemos perder de
vista que es una chica de dieciséis años y si muchos adultos con cuarenta
todavía tenemos rasgos inmaduros, ¿cómo no va a tener ella algunos a pesar de
mostrar instantes de madurez?
La idea de crear a una persona capaz de luchar con uñas y
dientes por conquistar al que considera el amor de su vida cambia según la edad
de la protagonista. El amor a los dieciséis es irreflexivo, irracional,
pasional, ciego, intenso… A los dieciséis o diecisiete años enamorarte es muy
diferente que cuando alcanzas la edad adulta porque no tienes responsabilidades
reales ni perjuicios ni piensas en el después, en las consecuencias o en lo que
significa dejarte llevar. Muchas veces ni te planteas si ese chico te conviene.
Esa es la parte que más me gusta de escribir New Adult, la posibilidad de no
racionalizar los sentimientos, de ver solo la parte pasional y de descubrir
cómo una persona a esa edad se enfrenta al primer amor y es capaz de olvidar el
resto del mundo.
Pero la magia de disfrutar de una lectura no está en diseccionar
cada una de las partes de la trama sino en dejarse seducir por la escritura.
Hay veces que conectamos con los protagonistas y otras que no. A veces leemos
historias que nos dejan una reseca literaria importante porque la forma de
narrar y el carácter de los personajes nos ha calado hondo y si luego nos
paramos a pensar de manera más cerebral nos enfrentamos a tramas trilladas, a
clichés, a instantes que penden de un hilo… Para mí lo importante es disfrutar
de la lectura…
Ayer salieron dos reseñas bonitas. En el blog Lectura adictiva
(enlace) tienen sentimientos encontrados con esta historia, pero desean leer la
continuación y la forma en la que han descrito a Julia y a Zack es como yo los
creé. En el blog Aprovecha la vida cada día (enlace) también resaltan muchos rasgos
de Zaclia que coinciden con mi manera de enfocar la historia.
¡Feliz día! J
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