Yo ya no escribo así
¡Buenos días! Ayer os hablaba de cómo estoy buscando la manera
de mejorar una historia escrita hace mucho tiempo. Hoy me gustaría comentar las
dificultades que entraña la tarea y las conclusiones a las que llego tras
leerme.
Es curioso, pero yo ya no soy aquella Pat, ya no encaro las
tramas de esa manera, ya no siento esa conexión con los libros ni veo las historias
como en ese instante de mi vida. Ahora necesito una profundidad distinta, darle
una vuelta más a la manera de interactuar de los personajes, encontrarle
sentido a cada una de sus reacciones.
Si me psicoanalizara descubriría que a lo largo de estos años
no solo he madurado como escritora, también lo he hecho como persona. He dejado
atrás muchísimos sentimientos absurdos moldeados a base de golpes, he aprendido
a disfrutar de cada paso del camino, he entendido la importancia de vibrar con
cada instante en vez de esperar a conseguir imposibles y he llegado a un punto
donde consigo descubrir la esencia de cada párrafo y dotarlo de emotividad.
Mis protagonistas femeninas de esa época eran mujeres
ansiosas, quebradizas, con traumas, sin amigas, sin vitalidad. Se convertían en
personas fuertes a medida que la vida les sacudía, pero carecían de una
personalidad marcada como Julia, Steff, Kristie, Margaret, Jessie... Eran el
reflejo de mi estado anímico, de esa sensación de no conseguir nunca alcanzar
un cielo demasiado alto para mí. Y las llenaba de dudas, fragilidad,
inseguridad…
Reescribir una novela de esa época es una tarea faraónica. Hay
instantes en los que tiraría el ordenador a la basura porque me cuesta un mayor
esfuerzo releer, descubrir qué quería decir y el propósito de un capítulo
concreto que escribir desde cero una historia.
La personalidad que le di a Pam no me gusta ni los excesivos
dramas de su madre ni la forma en la que algunos secundarios explican su
devenir. Ahora mis novelas se nutren de una mirada más honda a esas reacciones,
de entenderlas, de explicarlas, de hacer partícipe al lector de ellas.
A medida que avanzo
borro capítulos enteros que no son necesarios, reestructuro otros, corto,
vuelvo a buscar ideas y le doy tantas vueltas que no sé si sería mejor dejarlo
estar y empezar de cero. Aunque la historia me gusta y quiero superar este
reto.
Hay instantes en los que pongo los ojos en blanco y me digo: «¿En
serio????». Y es que yo ya no escribo así, para nada. El otro día os hablaba del
instant love y en LB había uno que no
se sostenía. Lo he cambiado, lo he madurado, lo he adaptado y le empiezo a dar
ritmo. Porque no era creíble, carecía de lógica.
No sé si acabaré de sacar adelante este proyecto con nota,
pero voy a dar lo mejor de mí para conseguirlo.
¡Feliz día! J
0 comentarios: