Despacito...
¡Buenos días! Tengo un día de aquellos estresantes y no tengo muy
claro si lo voy a superar con nota. A las 11:30 empiezo con una reunión y a las
20:30 de la noche espero haber acabado con todas.
Ayer en clase de Zumba bailamos una canción chulísima que me
trajo recuerdos de Perdida en la niebla.
Y esta mañana la he sumado a la lista del Spotify porque tiene mucho que ver
con Ernesto y Sussie. Se llama Despacito,
de Luis Fonsi y Daddy Yankee. Hay un trocito que dice:
Despacito.
Vamos
a hacerlo en una playa en Puerto Rico
hasta
que las olas griten «¡ay, bendito!».
Para
que mi sello se quede contigo.
Es una pasada cómo escuchar una canción puede llevarme de
vuelta a algún lugar de las novelas. La letra de esta habla de mis personajes
con una certeza que es como si se hubiera metido en mi mente para descubrir las
ideas contenidas en ella.
Despacito… Así avanza la relación entre Sussie y Ernesto, en
una playa de Puerto Rico donde él tiene un bar en medio de la arena. Se pasan
muchas horas preparando cocteles, sirviendo mesas, escuchando la música suave y
aspirando el caliche del mar… Luego comparten largas conversaciones en el
porche de casa de Sussie, con vista a las olas que mecen la orilla con su
movimiento melódico, acompañados de una piña colada o de un vasito de ron…
Despacito… Ella arrastra un pasado doloroso, dejó atrás
Cambridge escapando de la niebla y no puede olvidar los sucesos que la
empujaron a buscar un lugar donde nunca fuera invierno para esconderse… Él
lleva toda la vida siendo un vividor, gastándose la fortuna familiar con
salidas nocturnas, juegas y largas sesiones de surf…
Despacito… Se conocen cuando Sussie llega al Copacabana solicitando un puesto de
camarera y él siente enseguida esa fragilidad en su mirada, en su postura, en
sus ojos… Ernesto le ofrece el trabajo, una casa donde vivir y su amistad, pero
no espera que su corazón quede prendado de ella con esa necesidad de avanzar
que Sussie intenta evitar…
Despacito… A veces es imposible escapar al pasado, llega un
momento en el que te atrapa llenándote de debilidad. ¿Qué pasará cuando Ernesto
lo descubra? ¿Será capaz de entenderla? ¿De luchar por demostrarle que se ha
metido en su alma para siempre?
Ayer salió una reseña de CDTEAT en el blog Between us (enlace) que me hizo llorar
de emoción. A veces pienso en todo el esfuerzo invertido durante muchísimos
años, las esperanzas rotas, las emociones, la sensación de fracaso algunas
veces, la imposibilidad de tocar el cielo con las manos y los mil obstáculos
para llegar hasta aquí y me doy cuenta de que ha valido la pena para vivir esos
instantes puntuales. Saber que una lectora ha llorado con mi historia, se ha
emocionado, ha vibrado… ¡Eso me hace grande un momentito! ¡Y es precioso!
Es fácil olvidar que detrás de una historia hay un escritor
con el alma en espera que solo desea llegar a la de los demás, aunque sean unos
pocos. Y es bonito cuando eso sucede…
¡Feliz día! J
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