El proceso de madurar

7:47 Pat Casalà 2 Comments


            ¡Buenos días! Parece que por mucho que me empeñe en no encontrar un ratito mañanero para escribir mi cabeza siempre se decide a despertarse a una hora concreta… ¡Así que aquí estoy! ¡Dispuesta a un nuevo asalto en el ring del blog!
            El otro día un anónimo, que supongo es M, me dejó un comentario instándome a explicar qué es lo que he aprendido de mí misma en el largo proceso de ir madurando lentamente y si me he visto reflejada en los demás o he variado con lo aprendido encontrando nuevas opciones…
            Pues bien, he estado recapacitando acerca de estas preguntas y de las posibles respuestas que podría dar. En realidad mi proceso de aprendizaje todavía dura, yo soy de aquellas personas a las que les gusta pensar que cada día se aprende algo nuevo y que se debe dejar la puerta abierta a cualquier cambio que se pueda absorber de nuestro entorno.
            Es importante escuchar, sentir, vivir y compartir momentos, de manera que se puedan ver las distintas situaciones que te encuentras en la vida a través de un prisma distinto del propio. El corsé que todos nos calzamos cuando vemos sólo nuestro punto de vista puede hacer trastabillar una posibilidad de éxito.
            Yo he cambiado mucho desde que era pequeña, muchísimo. Mi proceso de cambio ha sido paulatino, sereno y lento en algunos casos, pero ahora, cuando miro hacia atrás, reconozco muchos errores cometidos y descubro el giro inesperado que ha ido experimentando mi camino.
            Era una niña un tanto soñadora y difícil, con una imaginación demasiado desbordante como para mantenerla bajo llave, con una necesidad de dar, recibir, moverme y no parar de hacer cosas que superaba con creces a los que me rodeaban. Y eso me hacía distinta en muchos sentidos.
            Durante el denso proceso hacia la adolescencia fui dándome cuenta que las cosas eran muy distintas a como mi cabeza las recreaba, fui aprendiendo a darle importancia a cosas que antes me parecían fútiles, fui empatizando con mis compañeros, fui interiorizando las palabras que antes se perdían en los pabellones auditivos sin llegar a mellar….
            Quizás la mejor parte de mi propio cambio reside en la capacidad que he ido adquiriendo a lo largo de los años de escuchar los consejos ajenos y de poder decidir cuáles debía seguir y cuáles no.
            Y una cosa que he aprendido durante estos últimos años ha sido a seguir mi propio camino, a luchar sin tregua, a no desfallecer, a llevar al límite ese rasgo de personalidad que me hace tan perseverante. ¡Así he conseguido algo que llevaba toda la vida deseando!
            Así que, para responder a la segunda pregunta del anónimo, diré que muchas veces me he visto reflejada en otras personas y ese reflejo me ha ayudado a ver partes positivas y negativas de mí misma. A partir de esos descubrimientos he logrado ir moldeando lo que no me gustaba y redescubriendo lo que sí.
            Creo que ese es el proceso que seguimos todos, uno que nos ayuda a ir viendo a lo largo de los años una imagen propia cambiante, defrente a cada estadio y más madura a medida que las circunstancias se precipitan a nuestro alrededor….
            ¿He contestado a las preguntas???
            ¡Pasad un gran día!!!!

You Might Also Like

2 comentarios:

  1. Sí, los procesos, en general, son muy similares a los que hemos tenido la mayoría, pero es bueno verbalizarlos para que nos demos cuenta de los crecimientos emocionales, mentales y humanos que vamos dando según pasamos por distintas etapas de la vida.

    Como de costumbre, me ha encantado leerte, Pat. Muchas gracias por responder (y por responderte), ha sido todo un detalle por tu parte:)

    Ah, no soy M., pero buen intento;) Un fuerte abrazo^^

    ResponderEliminar
  2. Hola Anónimo!! Ha sido un placer responderte! Estoy muy intrigada por conocer tu identidad... Me dejas una pista???
    Un beso!!!!!

    ResponderEliminar