Adioses y cambios
¡Buenos días!
Parece que el sol brillará con intensidad esta mañana, que la vida continua a
pesar de los escollos de la semana y que quizás se abren nuevos senderos hacia
otra felicidad.
Me aterran los
cambios, cuando tengo una estabilidad y consigo enmarcar mis días en una rutina
conocida me siento cómoda, por eso camino por lugares cotidianos y no me desvío
demasiado. A veces esa actitud no es positiva, otras, en cambio, me ofrece
muchísimas alegrías.
La semana
empezó con un email que tardé unos minutos en asimilar… La agencia literaria
con la que trabajo cierra sus puertas en nueve días. No fue una noticia
agradable, me quedé un rato releyendo el texto de un correo tipo, de aquellos
que parecen anunciar el fin de una era.
Tras una
cuarta lectura reenvié el correo a una amiga con una sola palabra que empieza
con J. Entonces me puse a trabajar, mientras mi cabeza interiorizaba las
palabras. Con esta decisión de Lola se cierra un capítulo de diez años, donde
las situaciones han oscilado como un péndulo hacia muchos derroteros.
He de admitir
que fue un shock, quedarse compuesta y sin agente es un golpe del que seguro me
repondré. Pero todavía me cuesta asimilarlo.
El martes me
enunciaron que la publicación de El
Secreto de las Cuartetas se retrasa a finales de noviembre. ¡Con la ilusión
que tenía en verla en papel! Por suerte este contratiempo tiene una solución
sencilla, esperar un poquito más…
Y ayer vino la
última estocada con el enuncio de que Alberto abandona nuestras clases de
baile. Ufffff, sé que no es una hecatombe, pero sí una malísima noticia.
Últimamente en el club deportivo donde voy las políticas directivas dejan mucho
que desear y se están cargando a los pilones que sostenían unas clases de
calidad.
Primero fue
Fran, uno de los profesores con los que se inició esta etapa del club, y ahora
Alberto… Es una pena, ambos son grandes profesionales, sus clases estaban
llenas y conseguían que nuestros agobios desaparecieran por una hora mientras
practicábamos un deporte divertidísimo.
Se termina una
era, digo adiós a varias áreas de confort que me proporcionaban un camino recto
a seguir. Voy a echar muchísimo de menos a Alberto y a Fran en las clases, voy
a tener que tomar las riendas de mi carrera literaria, aunque no tengo muy
claro el rumbo a seguir, y necesitaré ver si es debo reestructurar alguna
otra faceta de mi vida…
Cambios…
Ufffff, sé que quizás son a mejor, que encontraré otra vía para alcanzar las
metas trazadas, que siempre que una puerta se cierra se abre una ventana en
algún lugar, pero ahora mismo estoy conmocionada por las noticias y me da pena
cerrar así capítulos interesantes de mi vida…
¡Feliz día! J
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