Dudas e ilusiones
¡Buenos días!
Hace sol… No voy a ir a tumbarme en una hamaca, mi piel ha decidido llenarse de
manchas si lo hago… Así que me quedaré en casa, con el ordenador en el regazo
mientras mi familia duerme, escribiendo este post y luego acabando la primera
corrección de Perdida en la Niebla.
Es complicado
no dedicarse a la introspección cuando se quema una nueva etapa de la vida.
Ayer fui a bailar y me faltó mi profesor de siempre, con su sonrisa y su
calidad a la hora de ejecutar los movimientos. Pero ahí estaba yo, dándolo todo
por adaptarme, con la emoción de que quizás lo nuevo sea mejor, aunque cueste
al principio.
No comulgo con
la dirección actual del club, soy de las que creen en el marketing y en una
política de fidelización de los clientes. Cuando una compañía telefónica lanza
una campaña para captar nuevos usuarios yo siempre pienso que no pueden ofrecer
mejores condiciones a los que entran sin pensar en los que ya llevan años con
ellos.
Últimamente
parece que esta corriente de pensamiento les ha alcanzado y por fin se han dado
cuenta de que mantener una carteta de clientes fieles ayuda a que el negocio
funcione mejor.
En un club
deportivo la máxima siempre debe ser sumar y no restar. Si una clase funciona,
¿para qué la van a quitar? Dar más opciones, con nuevos horarios y profesores,
es una perfecta manera de captar nuevos socios mientras los de siempre siguen
con la cuota normal, pero cargarse de golpe a una buena plantilla hace que las
clases estén como ayer: vacías.
Llegados a
este punto ya no sé si me apetece volver a intentarlo, aunque quizás el tiempo
lo coloque todo en su sitio, incluso los temas literarios. En este terreno
pantanoso todavía estoy un poco perdida, dándole vueltas a mis próximos pasos,
sin acabar de definir demasiado bien el camino a seguir.
¿Sola? ¿Con
otra agente? ¿Apuesto por Amazon?... ¡Qué difícil es tomar una decisión! Tras
diez años y ocho meses con Lola no he conseguido nada tangible de su mano. Está
claro que es mejor así, ahora deberé luchar con más ahínco que antes, pero no
sé si quiero volver a confiar mi trabajo a otra persona. Y sola es tan difícil…
Durante horas
he intentado encontrar nombres y contactos de editores, con la esperanza de
enviar propuestas que elaboro con mucho entusiasmo, pero no es una tarea fácil
ni la abarco con facilidad. Supongo que debo invertir más tiempo en ella, a ver
si lo consigo.
En cuanto a
buscar una agente… Uffff, no sé yo si estoy por la labor…
En fin, espero
decidirme pronto, con una hoja de ruta clara que me permita crecer a nivel
personal y saber hacia dónde voy. Solo el tiempo me ayudará a despejar el
camino…
¡Feliz día! J
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