¿Físico o digital?
¡Buenos días!
Me despierto cansada, con un poco de resaca de sueño y la sensación de que
necesito recuperar la serenidad. Poco a poco las cosas se asientan en su lugar
y consiguen estabilizar los esquemas futuros. Espero que pronto consiga
descubrir hacia qué lado caminar en lo referente a la literatura.
Esta mañana
tengo previsto terminar la corrección de Perdida
en la Niebla… Luego se la mandaré a mis lectoras beta y regresaré a las
páginas de DUO para darle la última vuelta antes de emprender el largo periplo
hasta las estanterías. Me encantaría que terminara en unas físicas, pero si su
destino son las virtuales, también lo veré como un triunfo.
Son muchas las
emociones de ver cómo un libro tuyo se vende, aunque sea en Amazon, aunque
ganes poco dinero con cada venta, aunque no puedas oler sus páginas… He
maquetado Ecos del Pasado para
venderlo en papel, si alguien lo quiere lo tiene en Amazon, solo hay que
comprarlo y te lo traen a casa.
Ayer unas
compañeras de gimnasio filosofaban acerca de lo maravilloso que es encontrar y
un libro tuyo en una librería. Es cierto, si consigues editar con una editorial
la emoción es plena, pronto lo experimentaré… Pero cuando subes un libro a
Amazon y en cuatro meses vendes más de mil doscientos ejemplares, también sientes
una alegría contagiosa, porque ese mérito es únicamente de tu libro y tu
trabajo de promoción.
¿Virtual o
físico? La redacción de inglés de esta semana versa sobre este tema, debo
evaluar los pros y los contras de cada opción, decantándome al final por una.
Creo que el
papel nunca desaparecerá, pero con el tiempo quedará como un valor residual. Da
pena, al elegir el formato ebook se pierde el romanticismo, sin embargo no hay
que darle la espalda al futuro.
Mis
compañeras, fieles defensoras del formato físico, han acabado con un ereader en
la mano, atesorando libros. Son grandes lectoras, personas que antes
carreteaban grandes volúmenes para devorarlos en el metro, en el tren, en la
playa, en los descansos…
Desde que mi
marido me regaló el Kindle no he vuelto a comprar un libro en papel, solo leo
en digital porque es más cómodo, más económico y me permite llevar encima
muchísimos libros sin que me ocupen demasiado espacio en el bolso.
Me da pena
pensar que quizás ya nunca vuelva a guardar un pétalo de rosa en una página
donde he encontrado una parte de la historia que me ha tocado la fibra
sensible, que mis dedos manchados de aceite no dejen la huella de su paso por
un libro, que no pueda aspirar el aroma de las páginas impresas… Hay tanto que
se deja atrás al cambiar de formato…
Pero así es el
progreso, en importante caminar hacia delante con la emoción de descubrir
nuevos retos cada día, de adaptarse a las novedades y de no quedarse en la
estación, viendo cómo el tren se pierde en la lejanía sin llevarte en su
interior.
¡Feliz día! J
Yo siempre digo que soy de la vieja escuela, de leer en papel y aunque me regalaron un kindle por mi cumple hace unos años, no termino de adaptarme a él, apenas he leído en él y no me gusta. Así que yo sigo fiel a los libros físicos y seguiré siempre que se pueda. Un saludote ;)
ResponderEliminar¡Qué bonito es el libro físico! Es fantástico que todavía queden personas con tu manera de pensar. ¡Un beso!
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