Punto y final...

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Espero y deseo que esta semana empiece mejor que la anterior. Supongo que era una semana necesaria para cerrar varios capítulos de mi vida, incluida la última novela que tenía entre manos. Ayer por la noche puse el punto y final a Perdida en la Niebla y me marqué una hoja de ruta con los deadlines para alcanzar cada uno de los hitos que deseo.
No fui ambiciosa ni puse puntos inalcanzables, mi intención es ir paso a paso, sin agobios ni presiones, pero con claridad de mente a la hora de avanzar. A veces hay que cambiar de rumbo a tiempo, gobernar el timón de tu vida hacia otro lugar donde te espera la incertidumbre.
Dar carpetazo a etapas importantes en mi desarrollo como escritora me ha costado varios días de insomnio, lo positivo del caso es que al final esta situación siempre revierte y llega un día en el que me despierto descansada y ufana. Quería dedicar el fin de semana a crearme una base de datos de editoriales, nombres de editores, género que publican y email de la persona a la que dirigirme, pero al final he primado los veinte folios que me faltaban para rubricar el The End en la última novela.
Seis manuscritos terminados en veintidós meses, con récords indiscutibles de rapidez, sin faltar ni un solo día al trabajo ni a las clases de baile, sin descuidar la casa, los chicos, un viaje de verano… A veces, cuando me planteo la posibilidad de vivir solo de la escritura me asusto, si trabajando escribo una novela cada tres meses, ¿cuántas escribiría sin trabajar?
Tengo claro qué quiero, aunque hay factores determinantes en la situación que no dependen de mí. Sin embargo, ayer, cuando preparé la lista de movimientos futuros, fui muy cauta y no anoté ninguna meta que no pudiera alcanzar con mis medios.
Me planteé varias cosas, entre ellas la posibilidad de cambiarme de gimnasio, de apuntarme a un máster, de buscar o no una nueva agente literaria… Fueron muchísimos los puntos que valoré en pro y en contra de cada alternativa, para un análisis en profundidad de las situaciones hay que ponderar cada factor determinante.
Al final llegué a varias conclusiones. Una de ellas es que mi cabeza esta vez no me va a traicionar inventándose una nueva historia, toca revisar, pulir manuscritos, buscar editoriales, pensar en la posibilidad de seguir en solitario en Amazon…
Hay instantes en los que debo detenerme. Veintidós meses de creatividad inagotable, seis manuscritos listos para caminar hacia los lectores, ideas y emociones… Ahora hay que invertir en ellos, en moverlos, en colocarlos, en darles vida.
En el resto de facetas también pensé mucho. No puedo cambiarme de gimnasio siguiendo la estela de un profesor que algún día puede volver a marcharse a otro lugar, ni puedo comprometer con mis decisiones a mi familia. El tiempo dirá, pero de momento toca adaptarse…

¡Feliz día! J

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