Enfrentándome a los cambios
¡Buenos días! Esta semana
empieza bien… Después de los baches de la anterior parece que las cosas se
estabilizan, encontrando un cauce recto hacia un mar de posibilidades. Y sé qué
quiero, algo importante para nadar sin ahogarse, aunque tarde tiempo en
alcanzar los objetivos y ahora mismo avance contracorriente.
Ayer inicié la corrección de Perdida en la Niebla. Es curioso cómo me
enganchan mis propias palabras, cómo me dejo seducir por la trama a pesar de
conocer el final… Hay veces que pienso: « ¿De verdad escribí yo esto?». Me
gusta el tono de la novela, la intensidad, la manera en la que se desenvuelve
la trama… Es bonito saber que las horas de dedicación consiguen un resultado
tan placentero.
Estoy dispuesta a detenerme, a
empezar a caminar en otra dirección, a corregir, a luchar como una leona por
ver mis obras en manos de los lectores y a cambiar las facetas que no me gustan
de mi vida. Si al final las novelas acaban en Amazon, será una manera como otra
cualquiera de alcanzar un público más amplio que mis lectoras y lector beta.
Está claro que no se puede
zozobrar durante demasiado tiempo, que las riendas de tu destino te pertenecen
únicamente a ti. Seguro que hay una parte escrita en alguna parte, pero la
suerte se la ha de buscar uno mismo, no nos podemos detener en la cuneta a
esperar que sea la Providencia quien nos arregle los desaguisados.
Cambios. Uffffff. ¡Cómo me cuestan!
Si llevo más de once días con el sueño perdido… Sin embargo pienso que quizás
no hay mal que por bien no venga y que estos escollos pueden ayudarme a
encontrar la vitalidad perdida.
Mis últimas novelas tienen un
tono más intimista, con una dosis elevada de pasión, intriga, historias
familiares… Me ha costado muchos años llegar a la situación actual, ser capaz
de dedicar únicamente media hora a redactar y conseguir que esos minutos rindan
como cuatro horas de antes.
Me planteo cambios también en
las temáticas futuras, aunque no quiero aventurarme a los retos que se
sobrepondrán más adelante. Ahora quiero detener mi creatividad para mover los
seis manuscritos terminados en estos veintidós meses. Y para conseguirlo
necesito tiempo, concentración, lectores beta
y muchísimas ilusiones.
Hay otras facetas importantes
de mi día a día que deseo modificar. Ahora que los cambios me sobrevienen solos
es el momento de moverse… A ver dónde me lleva la corriente…
¡Feliz día! J
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