Antigua ciudad de Chiang Mai y lledada a Doi Inthanon

10:01 Pat Casalà 0 Comments


¡Buenos días! Parece que hoy vamos a tener un día sereno para disfrutar de la fiesta en Barcelona. De momento estoy dentro de la cama, con varios cojines a mi alrededor, el ordenador en el regazo y un montón de emociones encontradas.
Ayer fui a una reunión en el colegio nuevo de mi hijo y fue una experiencia altamente emotiva. ¡Cuántos recuerdos! Pensar que yo de pequeña iba a esa escuela, que también tenía la división de la clase por colores, los órganos de gobierno estudiantiles, las convivencias en Capafonts, la preparación de La Fira, la promoción… La verdad es que regresar a los orígenes me llenó de ilusiones, como si pudiera retroceder en el tiempo y convertirme de nuevo en aquella niña que participaba de esa forma pionera de enseñanza.
La mañana para mí fue determinante, quizás por eso llegué a la reunión del colegio más alterada de lo normal. Una reunión un poco subida de tono y enfrentarme a la realidad de que vuelvo a estar en un punto del pasado me hicieron comprender que ya no quiero seguir así. Y exploté. Espero que sea para bien.
Nos quedamos cenando en la parada de la mujer de Kid…
Después de cenar yo quería un helado, así que los niños se fueron al hotel y me fui con mi marido a recorrer el pueblo. Pero era demasiado tarde y los establecimientos cerraban, lo único que quedaba abierto eran los bares de la zona roja, que curiosamente era la calle que llevaba al hotel.
Àlex nos contó que las chicas le habían silbado en diversas ocasiones mientras caminaba junto a su hermana. Nos reímos, se hace mayor a marchas forzadas…
A la mañana siguiente nos despertamos temprano y, a pesar de intentarlo, volvimos a llegar tarde. Necesitábamos llevar la ropa a la lavandería, en Tailandia lo tienen muy bien resuelto, justo enfrente del hotel había dos, ¡y el precio es fabuloso! ¡Cuarenta baths por un quilo de ropa! Eso son un euro y diez céntimos…
Llovía, mi marido y yo corrimos bajo la lluvia para cruzar la calle con un saco de ropa sucia en la mano, la dejamos y pactamos con la lavandera que esa misma tarde la tendríamos.
Ese día Kid contrató a un conductor con una ban para llevarnos al parque nacional de Doi Inthanon, donde teníamos planeado un trekking suave para conocer las maravillas de ese lugar.
Antes de poner rumbo al parque visitamos la antigua ciudad de Chiang Mai, de la que se conservan varias ruinas y algún templo. En uno encendimos incienso para atraer la buena suerte. Fue una experiencia interesante, has de coger cinco palos de incienso, encenderlos a la vez y clavarlos en la arena… ¡A ver si surge efecto!
Tras una hora de camino llegamos al parque nacional de Doi Inthanon. Es un lugar precioso, lleno de naturaleza con distintos tonos de verde, frondoso, interesante… Nos paramos en un par de cascadas antes de comer e iniciar la caminata, ¡son espectaculares!

¡Feliz día! J

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