Rumbo a Halong (bahía de Halong I)
¡Buenos días! Ayer nos quedamos en la vuelta a Hanoi en el coche que habíamos reservado en el Rex Hanoi Hotel (enlace). Como necesitábamos recalar tres veces en Hanoi durante el viaje, elegimos reservar siempre el mismo hotel y así ya lo teníamos ubicado.
Llegamos a las siete de la tarde, con poco tiempo para seguir los horarios de cena. En Vietnam son más tempranos que en España. Así que nos decantamos por reservar en media hora en el Red Bean Ma May (enlace), un restaurante que nos aconsejó una pareja simpatiquísima de madrileños con quien coincidimos en el Old Tree de nuestra excursión por la selva.
Y es que una facultad adquirida tras tantos años viajando es la de reconocer a los españoles con facilidad. Y solemos hablarles, preguntar por sus experiencias y compartir las nuestras.
Me encantó el restaurante. En general la comida vietnamita no me ha gustado demasiado, por eso cenar en un establecimiento de alta cocina fue todo un acierto. Porque la cocina creativa le aportó un toque de sabor que me devolvió la fe.
No es barato… Aunque un restaurante así en Barcelona costaría alrededor de cincuenta euros por persona y en este gastamos solo veinticinco por persona. Y por una vez no hace daño a nadie.
Después subimos al bar de la azotea a ver la magnífica vista de Hanoi iluminado, con el río a escasos centímetros.
Al día siguiente nos vinieron a buscar para emprender nuestro viaje a la bahía de Halong de la mano de la compañía Stellar of the Seas (enlace). Un crucero caro, ¿para qué nos vamos a engañar? Pero es recomendable elegir una buena naviera para esta parte del viaje y tenerlo en cuenta cuando se realiza el presupuesto.
A nosotros nos costó decidirnos cuando mirábamos. Al final, y tras leer experiencias negativas de otros viajeros, nos decidimos por esta por los barcos nuevos y modernos y porque se podía reservar por Booking, cosa que nos daba una seguridad importante.
Vietnam no nos pareció un lugar seguro en el tema de las reservas o de los tours organizados sin contrastar la empresa que lo ofrece. Leímos muchísimos blogs mientras preparábamos en viaje y un punto en común a casi todos ellos era esta desconfianza, así que Booking nos pareció sinónimo de seguridad.
El trayecto desde el hotel hasta la bahía dura dos horas y media. Lo contratamos con la misma naviera, aunque no era demasiado económico. Pero valió la pena porque fuimos en una van con aire acondicionado, Wifi y una comodidad perfecta.
Lo único que nos disgustó fue una parada que no venía a cuento en una empresa de crianza de perlas para que el conductor pudiera comer algo. La verdad es que el lugar estaba atestado de gente, hacía un calor demencial y teníamos muchas ganas de llegar al barco.
Finalmente el conductor nos dejó en el muelle, donde esperamos media hora hasta que nos llevaran a una lancha rápida para embarcar en el Stellar of the Seas, un barco alucinante, para un tour de tres días, dos noches.
¡Feliz día! J
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