No esperar
¡Buenos días!
Me prometí a mí misma que 2013 marcaría un cambio significativo en mi forma de actuar
y de pensar, que ya no esperaría encadenada al email, que mi visión de las cosas sería distinta, que necesitaba
respirar paz y tranquilidad, caminar sobre tierra firme, abandonar las arenas
movedizas que me hacían caminar con angustia de no caer…
Es un propósito
difícil, pero no imposible. Hoy no espero, no me agobio pensando lo que no fue
ni deseando lo que no puedo tener, hoy avanzo hacia mi destino con el corazón
abierto y las expectativas justas para ilusionarme con el devenir de los días.
Recuerdo
cuando hace años veía las castings de
Operación Triunfo, las lágrimas y la desesperación de los que no superaban la
prueba, su frustración, su dolor. Y pensaba que no era justo, que en el mundo
artístico la suerte es aleatoria y que a veces no basta con desearlo, con
trabajar, con poner empeño y perseverancia.
Las caras de
los que se quedaban por el camino eran una máscara de anhelo frustrado, parecía
como si sintieran que su oportunidad acababa de morir en brazos de aquella
actuación, como si nunca más pudieran mostrar su talento.
El mundo está
lleno de artistas. Hay personas que llevan la creatividad en la sangre, que no
pueden respirar sin imaginar, que su vida gira en torno a su mundo paralelo. ¡Hay
tantas! Y no todas pueden rozar el cielo de la realización de sus sueños.
Quizás mi
forma de caminar por el sendero de la vida hasta ahora era equivocada. No se
puede pensar en lo que se quiere ni centrar tu mundo en conseguirlo, es
importante ver dónde estás y disfrutar de ese trecho que serpentea hacia un
futuro incierto.
En el blog de
Prometeo (Miserias Literarias) que tantas veces os he nombrado había muchos artículos
que descubrían las entrañas de un mundo lleno de envidias, celos, años de
espera, realizaciones y frustraciones. Una de las verdades que decía era que el
verdadero escritor no podía para de escribir, que para él era una necesidad, un
anhelo más allá del éxito o del fracaso, que lo llevaba en la sangre y que a
pesar de caer muchas veces, siempre se levantaba y creaba. Tenía razón. El que
nace con la emoción de escribir vive por y para las palabras, enredado en
tramas.
No esperar,
ese es mi único propósito de este año. No pasarme las horas con la sensación de
que va a llegar el momento, de que voy a recibir una respuesta, de que los
castillos en el aire van a elevarse hasta la cumbre, de que el email traerá noticias, de que mis
preguntas son contestadas… ¿Notáis la ansiedad asida a esas palabras? ¿La
angustia que produce esa espera que nunca da frutos?
Así que hoy
no espero, vivo el presente, me desmeleno como decía Josep, busco la manera de
avanzar sin mirar al futuro con esa esperanza incómoda, solo camino con la
ilusión de vivir un día maravilloso, de alcanzar la estabilidad y de no
esperar.
¡Espero
cumplir mi propósito!
¡Feliz día! J
Feliz día y CARPE DIEM :-)
ResponderEliminar¡Feliz día Pilar! :-)
EliminarEspero que consigas lo que ya no esperas.
ResponderEliminarYo espero no esperar... Jajajajaja. ¡Feliz día!
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