¡Qué frío! Grrrrrrrr
¡Buenos
días! Hace tanto frío que de poco no salgo de la cama. ¡Cómo lo bien que se
está dentro del nórdico! Y ahora toca levantarse, ducharse, irse a trabajar…
Grrrrr, en días como hoy me gustaría ganar la lotería…
Hay
noticias que te alegran un instante, eso es lo que me pasó ayer, aunque ahora
la paciencia debe ser mi compañera durante un tiempo… Y de eso tengo poco, así
que necesito buscarla…
Las
complicaciones de la operación de mi padre, unidas a otras situaciones
familiares adversas, han propiciado que mi nueva novela se quede en el limbo
del folio 70. ¡Espero retomarla pronto!
Desde
luego este mundo de la inspiración parece que me lleva montada en una vagoneta de
una montaña rusa con muuuuuchos giros que no para de subir y bajar… ¡A veces
hasta me marea! Pero así es la vida, ¿no?
Mi
conclusión acerca de los últimos acontecimientos es clara: Amazon y mi empeño
en promocionar mi obra han hecho más por mí que otras opciones que tenía. En
nueve meses de intensa dedicación me he dado cuenta de que debo luchar por mi
sueño, aunque lo logre de mayor, o no lo alcance nunca. ¡Se acabó el estar
encerrada esperando!
El
mundo es un lugar enorme donde todo es posible y desde luego hay que batallar
con los recursos de que disponemos para avanzar unos metros. ¡Así que ahora
toca darlo todo!
Tengo
decisiones pendientes, amigos que me aconsejan direcciones opuestas, familiares
que son tajantes en su manera de ver las cosas y yo tengo emociones
encontradas.
Miedo,
angustia, emoción, cosquillas en el abdomen… ¿Hago bien tomando una decisión
concreta? Ufffffffffff, ¡no sé qué hacer! Así que me voy a pasar unos días
tranquilita y sin pensar. A ver qué me depara el futuro…
Tranquilidad,
eso es lo que necesito. A ver si las cosas están lo suficientemente controladas
como para irme a la montaña este fin de semana y puedo descansar, así retomaré
la historia que mi mente enreda por las noches, en mis sueños…
¡Feliz
día! J
Siempre he pensado, que llega un momento en el que hay que hacer oídos sordos a los familiares y amigos, a las opiniones que nos dan, a veces, sin pedirlas, y escuchar únicamente a nuestro interior. Y entonces hacer solo caso a esa vocecita. No importa la buena intención co la que traten de aconsejarnos. Esos consejos siempre serán tan diferentes como las personas que los formulen, y la forma en la que ven la vida. Tienes que escucharte a ti misma y a nadie más.
ResponderEliminarBesos!!!
Me escucharé, María. ¡A ver qué me digo! :-)
EliminarFeliz día, feliz tarde (hoy voy atrasadísima, pero la novedad lo requería y ha merecido la pena :-) )
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