Ya ha pasado un año...

7:07 Pat Casalà 2 Comments

¡Buenos días! Ayer se cumplió un año de mi caída, no os lo dije para pasar el día sin pensar en ello, con la ilusión de caminar sin muletas, de volver a bailar, de retomar mi rutina y de olvidarme de los malos momentos. ¡Qué yo no quería ser menos que un futbolista! ¡Por eso me rompí los ligamentos cruzados!

La verdad es que ha sido un año muy intenso, con miles de anécdotas importantes y de novedades. Amazon, entrevistas a escritores súper ventas, decisiones, retornos, dudas, la operación, meses de inactividad, agobios, ilusiones, finales y anhelos.

Me caí esquiando de la manera más tonta. Bajé con una camilla, pensando que mi pierna no me respondía, con la desazón de no saber qué me había roto, porque mientras me caía escuché un crack en la rodilla… ¡Y luego vinieron dos meses de diagnóstico, rehabilitación, no apoyar el pie en el suelo, muletas,…!

El 22 de marzo me operaron. Estaba muerta de miedo, no os voy a engañar. Me dan pánico las agujas y la anestesia me sienta fatal. Pero entré en el quirófano y salí con un nuevo ligamento en la rodilla.

Volví del hospital y me encontré sola. Mi suegro estaba terminal y mi marido se pasó las horas velándolo, yo me sentía fatal por no estar a su lado, así que me quedé en casa sin poder moverme, con los niños sin escuela, la chica que me ayuda en su país y llamando a mi madre constantemente para pedir ayuda… No podía ducharme ni comprar la comida ni prepararla ni nada de nada… Fueron unas semanas dolorosas y duras, yo quería mucho a mi suegro

Luego acumulé meses de dos horas y media rehabilitación diaria, al principio con la ayuda de mis padres para llevarme y recogerme, hasta que me valí por mí misma. Las muletas no las abandoné hasta mediados de junio. El día de mi cuarenta cumpleaños logré bailar un poquito, agarrada a mi marido.

El tiempo pasa y los malos momentos se quedan atrás, por suerte. Ahora estoy recuperada, me he adelgazado los quilos que gané, vuelvo a bailar, a caminar a mi antojo, a bajar las escaleras corriendo y a recuperar mi agilidad, aunque mi rodilla se queja en muchos momentos… Hace unas semanas me puse los esquíes y me deslicé por las pistas… ¡Todo pasa!

Quizás todos los nervios acumulados de esos momentos fueran el detonante para tomar algunas decisiones, por suerte el tiempo ayuda a reflexionar y a ver la realidad, a descubrir dónde estás y adónde vas. Ahora no quiero decidir ni agobiarme pensando en qué será, solo quiero celebrar el año que ha pasado y dejarlo atrás, solo recordando los buenos momentos: ver tres de mis libros publicados, las primeras ventas, los primeros comentarios, las primeras reseñas… ¡Maravilloso!

¡Os deseo un feliz día! J