Construir personajes
¡Buenos días! Este fin de semana me ha llenado de
instantes maravillosos, con una comida en familia, contactos esporádicos con
USA, la visualización de una serie de televisión antigua que ha conseguido recordarme
el ritmo necesario para escribir con sentimiento y un avance en la trama de
MVST muy interesante.
A veces empiezo una novela con una idea clara
acerca de los acontecimientos y a medida que avanzo la voy cambiando para
abrazar otra trama. Es la magia de ser la única con potestad de dirigir los
hilos de la historia, con la posibilidad de darle mil vueltas, de decidir sobre
el destino de personajes que consiguen traspasar el papel para irrumpir en mi
vida y llenarla de matices.
Es difícil explicar esa conexión con personas
inexistentes, darle coherencia a los sentimientos que se empeñan en llenarme el
cuerpo de emociones y en traspasar la frontera entre mis dos mundos para
permitirme vivir una realidad paralela.
Es como si sintiera cómo crecen en mi interior y
se apoderan de mi alma. Al dejar de escribir para seguir a mi familia en alguna
actividad fuera de casa sigo con esa alteración en mi interior, como si los sistemas
de mi cuerpo siguieran en el ordenador, acompañando a mis protagonistas del momento.
Siento, vivo, hablo, me enamoro y vuelvo a revivir
la historia de mil maneras, con necesidad de seguir escribiendo para descubrir qué
pasa a continuación, para sentirlo y dejarme seducir por los giros que aparecen
sin esperarlo.
Escribir me proporciona los mejores subidones de
la historia. Soy adicta a pasarme horas soñando despierta con las vidas de
otros, buscando diálogos a la altura, dándole bombo a algunas escenas y
encontrando la intensidad necesaria para cada escena.
Cuando la inspiración me abandona y no logro
despertar esa cantidad increíble de sentimientos en mi interior me inquieto
porque es como si me faltara el aire, como si no pudiera avanzar sin sentirme
ahogada por la vida de esas personas que me acompañan un tiempo.
Una de las partes más excitantes de la creación
literaria es la posibilidad de darle personalidades distintas a los personajes
para conseguir irrumpir en diferentes maneras de a la hora de comportarse. Para mí es algo
innato porque nunca pienso en cómo es un protagonista a priori, lo perfilo a
medida que avanzo. Es curioso cómo a veces tengo una idea acerca de alguno de
ellos y al hablar con una lectora beta ella lo ve diferente…
Ahora tengo entre manos dos caracteres fuertes,
llenos de diálogos cortantes y una manera muy intensa de interrelacionarse. Por
eso van a dos mil por hora, sin detenerse a pensar, solo apostando por seguir
adelante con su historia de amor…
¡Feliz día! J
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