Un buen balance

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Ayer apenas conté con tiempo para escribir, pero fui muy feliz con la visita fugaz de una de mis amigas cibernéticas. La otra vendrá para la presentación de Rumbo a ninguna parte. Hace más de cinco años que no nos vemos las caras, de hecho llevamos más tiempo de amistad vía internet que en persona.
A veces pienso que me expreso mejor por escrito, aunque mi círculo de amistades en la vida real es extenso. Mi mayor deseo sería pasarme los días dedicada a la escritura de manera anárquica, con tiempo para salir a la calle a ver amigas, de no pasarme las horas encerrada en casa o en la oficina con la vista en una pantalla de ordenador.


Sin embargo soy muy feliz con mi vida, con mis amigas, con mis horas de baile, con mi trabajo, con mis compañeros de la oficina y con las últimas noticias literarias. Rumbo a ninguna parte se vende bien, cada día se mantiene en unos puestos cercanos al Top 100 de Amazon y mientras voy ultimando cositas de la presentación.
Me preparo para dejar a Julia y a Zack y abrazar a Luke y a Kristie sin dejar de pensar en Bruno y Aurora. Sí, mi cabeza es total y absolutamente hiperactiva, necesita tener un sinfín de ideas, de historias y de personajes para respirar con una sonrisa. Si la tengo vacía pienso demasiado en otras cosas que me agobian.


Ecos del pasado sigue imparable casi dos años después de su publicación, Dúo tiene cada día más lectores y El secreto de las cuartetas ya es una realidad en ebook y empieza a venderse otra vez.
Cuando tengo un momento de bajón repaso estos logros de los últimos tiempos, con la emoción de ver algunos de mis niños literarios abrirse camino en el mundo de los lectores y la ilusión de seguir con las historias en la cabeza, capaz de escribir sin agobios ni ansiedades, solo acompañada por ilusión y felicidad. Eso es el Nirvana para mí.


Tengo mucha energía positiva alrededor. Cada día busco las sonrisas en las pequeñas cosas y no pierdo nunca la esperanza de aprender algo nuevo, de avanzar un poquito más en mis historias, en la carrera literaria, en la consecución de un nuevo reto…
En tres días cumplo una edad capicúa, será una buena señal de las mías, porque esa clase de números son importantes y tienen un significado oculto. Seguro que ese será mi momento.
Solo la vida puede decirme a dónde me conducen mis pasos…

¡Feliz día! J

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