Balance I

7:07 Pat Casalà 0 Comments

     ¡Buenos días! Sol, pereza y muchas ideas en la cabeza… Por suerte el primer día de trabajo lo superé con nota y ahora me toca comenzar el segundo. Hay tantas cosas por hacer que a veces me colapso, pero al final voy paso a paso, arreglando los entuertos.
     Ayer os dije que haría balance del viaje a México. ¡Pues ahí va! Nosotros contratamos en paquete con Pullmantur, una mayorista de viajes que lo ofrecía a buen precio. Éramos cuatro, así que buscar algo más caro se escapaba un poco de nuestras expectativas, ya que queríamos hacer excursiones.
      El vuelo fue lo peor, el avión es tan antiguo que se cae a pedazos. Muchas de las teles no funcionan, cada vez que el avión despega o aterriza sale agua por el conducto del aire acondicionado y a mi marido se le rompió la mesa y el respaldo del asiento.
      Es un abuso que te hagan pagar por la reserva previa de los asientos. Si coges una silla normal te cobran doce euros por trayecto y persona. Si en lugar de elegir las básicas optas por una al lado de la salida de emergencia (hay muchísimo trozo libre delante de ti) te cobran cincuenta euros por trayecto y las que tienen algo de espacio enfrente valen dieciocho euros. ¡Un dineral!
      Me pareció fatal que te vendieran los auriculares a tres euros al llegar al avión y una vez en el aire descubras que la tele no funciona. Ya que no van los monitores tendrían que venderte los auriculares después de comprobar si el tuyo se enciende, ¿no?
      El hotel estaba muy bien, aunque la remodelación que han hecho me parece bastante fea. Las habitaciones eran geniales, con las paredes blancas y un toque de azul, en cambio cuando estabas en recepción parecía que acabaras de aterrizar en China.
      Al llegar nos dieron unas habitaciones muy alejadas de la piscina. Lo de la cama King Size para nosotros e individual para los niños no lo tuvieron en cuenta al asignarnos las primeras habitaciones, a pesar que lo pedimos expresamente desde Barcelona. El segundo día pedimos un cambio y nos asignaron dos nuevas habitaciones mejor situadas y con las camas correctas.
      La comida… Bueno, lo mejor con diferencia era el desayuno. Los buffets de comida y cena eran abundantes, con variedad de platos y un aspecto inmejorable, aunque las especialidades mexicanas no eran maravillosas. De los restaurantes temáticos el mejor era el italiano. El mexicano me decepcionó mucho, con un buffet de primero que no tenía mucha más variedad que en el restaurante principal. El asiático no estaba mal, pero le faltaba calidad. Y al steack house no fuimos por falta de tiempo.
      En la piscina no había suficientes hamacas y por la mañana, a las seis y media, ya estaban ocupadas en un treinta por ciento. Si no madrugabas te quedabas sin… ¡Suerte que yo normalmente me despierto pronto! En cambio había muchísimas libres en la playa. No hay servicio de bebidas a las hamacas, así que has de levantarte cada vez a pedir. El bar de dentro de una de las piscinas se llena de los grupos de borrachos que no paran de beber desde que se levantan hasta que se van a la cama.
     ¡Mañana más! ¡Feliz día! J

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