Al son de la inspiración
¡Buenos días! Hay instantes
para recordar, otros para olvidar y algunos para emocionarse. La vida es un
sinfín de situaciones diversas, con una paleta de colores tan amplia que debes
disfrutar cada matiz de los momentos.
Aprender a vivir con lo que
uno tiene es la mejor manera de transitar por los días con la sonrisa como
compañera, si se desea o se anhela lo que no se posee es muy difícil encontrar
una razón por la que ser feliz. Es una lección aprendida a base de golpes y de
errores, una que jamás olvidaré.
La esencia de escribir es
deshacerse en palabras, compartir los mundos imaginarios que creo con mi mente,
plasmar la manera de ser de los personajes que conviven conmigo desde pequeña y
darles un lugar donde experimentar las emociones que siento con ellos.
Ahora lo veo así, sé que en
la literatura posiblemente no esté esa profesión que me de dinero suficiente
para vivir de mis escritos, que mi manera de ganarme la vida es otra y que las
novelas son un complemento esencial en mi vida, que me aportan ilusión y muchas
vivencias maravillosas.
La felicidad hay que
buscarla en cada parcela de tu día a día, encontrarle un rinconcito en tu mente
y crearla a base de sonreír, vivir sin agobios y disfrutar sin trabas de tus
logros, aunque sean pequeños.
Desencallar el agobio que
me impedía descubrir el mundo maravilloso en el que vivo fue el mejor regalo
que me hice a mí misma. Sonreír cada día, sentir las emociones a flor de piel,
vibrar con los minutos compartidos, caminar por las jornadas sin sentir el peso
de los anhelos… ¡Es una gozada!
Ayer continúe con la
corrección de LME. Es una novela diferente a las que escribí con anterioridad,
una llena de personalidades, de instantes, de personas. Quizás en las
anteriores primaban más los hechos y menos los personajes. En esta se palpan
las emociones, se extraen las maneras de ser de los protagonistas y te
emocionas con sus decisiones.
Tengo una idea para
escribir una nueva novela, aunque he decidido terminar el pulido de LME antes
de lanzarme de cabeza a dar rienda suelta a mi imaginación. Últimamente me
cuesta poco sumergirme en las tramas, escribir, darle un toque diferente a los
manuscritos.
Deseo muchas cosas, los
anhelos jamás me abandonarán. Tengo mil proyectos que acatar, varias novelas
que revisar y otras tantas para escribir. Ahora quiero que la inspiración me
lleve donde quiera, si un día me bloqueo reviso, si una tarde la historia fluye
con facilidad, escribo.
¿Qué más da mi ritmo de
escritura? Nadie espera las novelas ni me apremia ni es importantísimo que las
acabe. Sencillamente me dejo acompañar por mis instintos, permito que sea el
propio deseo de escribir el que me marque un compás, las notas de mi
imaginación las que canturreen al son que les plazca. Y esa manera de encarar
la vida me reporta esa felicidad quimérica que todos buscamos.
¡Feliz día! J
Un muy FELIZ día :-)
ResponderEliminarA mí me apasiona la informática, los grupos de usuarios donde se da soporte a los problemas y dudas, les dedico todo mi tiempo y tampoco me reporta ningún beneficio... económico, ya ves, y sin embargo ahí sigo, ¿por qué? Porque es lo que me gusta y así soy feliz.
Pues eso es lo que cuenta, ¡ser feliz! :-)
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