Disociación cerebral...
¡Buenos
días! Parece que la temperatura se ha regulado un poquito y que el sol quiere
saludarnos cada mañana con su guiño de ilusión. Es precioso verlo brillar en un
cielo azul y nítido.
Estoy
metida de lleno en la nueva trama, mi cabeza solo piensa en ella y creo que si
sigo así me va a estallar. A veces me duele no tener un ordenador cerca para
darle a las teclas cuando siento la imperiosa necesidad de arrojar las palabras
que me ahogan.
Ayer
me pasó en la clase de baile y me faltó poco para irme corriendo a casa. Empecé
a seguir a Fran con ganas, pero mi mete estaba muy lejos de ahí, con Jessie y
con Noah, en sus personalidades, en su idea de la vida… Uffffff, bailé
completamente dispersa, sin prestar demasiada atención a la clase, pero
siguiendo los pasos sin dificultad.
Creo
que mi cerebro se disoció en dos. Mientras una mitad estaba en la novela la
otra no perdía detalle de la coreografía, como si realmente mi atención se
fijara únicamente en ella. Pero no era así, yo elucubraba la trama, pensaba en
el presente, en el pasado y en el futuro de los personajes, le daba forma al
misterio que les envuelve…
Llevo
muchos años escribiendo y nunca me había pasado nada parecido, normalmente soy
capaz de dejar a un lado mis creaciones mientras bailo, para mí es una gimnasia
mental muy estimulante porque durante una hora solo pienso en los pasos y en
cómo ejecutarlos cada vez mejor.
Espero
que esta noche no me pase lo mismo… El nivel de Alberto es muy alto y si mi
cabeza se va o se disocia otra vez no sé si seré capaz de seguir la clase.
Me
he despertado con la misma sensación que ayer, con la cabeza llena de ideas
inconexas que van ocupando su lugar temporal, con la sensación de que me he
marcado un reto demasiado alto y que quiero conseguirlo. Quizás no esté
preparada para ese tipo de novelas que tengo en mente y al final quede en nada,
pero deseo con todas mis fuerzas intentarlo, experimentar, escribir algo
distinto a lo habitual, aunque no voy a renunciar a los crímenes ni a los
misterios.
Esta
mañana en vez de abrir el radiador de la cocina le he dado al microondas y
cuando iba a poner el queso en la nevera he metido el iPhone… Estoy tan
despistada que no sé cómo centrarme en el trabajo ni en la reunión de los
jueves. Lo único que necesito es un ordenador, un procesador de textos y mis
dedos aporreando el teclado…
A
ver si logro detener mi engranaje cerebral durante diez horas…
¡Feliz
día! J
¿Es un micro o es real?
ResponderEliminarPues no sé a qué te refieres con un micro... Yo soy real, jajajaja
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