Un poco de todo
¡Buenos
días! Sol, menos frío y una semana cargadita de trabajo por delante. ¡Qué bien
sientan tres largos y placenteros días de fiesta! Ya tengo los regalos de Navidad,
he empezado EDP, la historia toma fuerza en mi mente y he conversado con amigos
y familiares.
Ahora
toca regresar a la rutina y tomar aire para seguir adelante con una sonrisa.
Estoy convencida de que la vida tiene demasiados condimentos para centrarme
solo en uno, mejor saborearlos todos y disfrutar de cada olor, de cada tacto,
de cada sonido…
No
me salgo con lo que quería hacer distinto en la novela, parece mentira, pero mi
mente funciona como un piloto automático a la hora de crear tramas, siempre
busca un misterio, algo que llene de intriga las páginas, un crimen, secretos,
mentiras…
Quizás
al final logre darle ese giro que deseaba, no pierdo la esperanza, pero la
historia que se me ha ocurrido es intensa en otros matices. Creo que necesitaba
dejar un tiempo a Raquel para sumergirme de lleno en la vida de otras personas,
definir unos personajes diferentes y hacerles vibrar.
Se
acerca la Navidad, el fin de año, la hora de repasar los buenos y los malos
momentos de 2013… Antes de que el 31 de diciembre agote sus últimos segundos
pediré un deseo, uno que me acompañará durante los próximos doce meses.
Los
anhelos y los sueños son importantes, no podemos renunciar a ellos ni escatimar
a la hora de desearlos. Hay tantas cosas maravillosas por las que sentirse
feliz que si le damos la medida justa a las metas podemos disfrutarlas.
Mi
hijo lleva tiempo diciéndonos que está un poco harto de la rutina, es
adolescente, sus hormonas están disparadas y le toca hacerse preguntas acerca
de la vida… Para ser sincera conmigo misma debo admitir que a veces tengo su
misma sensación, que me encuentro encallada en un mundo donde todo es siempre
igual, pero luego me paro a descubrir pequeños placeres de los que gozo cada
día y sonrío.
El
viernes rellené un cuestionario acerca de mí que me hizo reflexionar. Mi peor
defecto es la impaciencia, mi mejor virtud es quizás la eficiencia… Cuando me
piden algo suelo entregarlo a tiempo, por eso me gusta recibir la misma rapidez
de los demás y me cuesta tanto asimilar que no todo el mundo piense y actúe igual
que yo.
Uffff,
hoy estoy espesa y paso de un tema a otro con facilidad… Lo dejo aquí para ver
si el paso de las horas me centra.
¡Feliz
día! J
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