¡Nuevo argumento a la vista!
¡Buenos
días! Parece que hoy toca sol… ¡Qué ilusión! Desde la ventana de mi despacho
veré un día claro y despejado, espero que el cielo sea de un azul penetrante,
de aquellos que me arrancan sonrisas con su brillo y me proporcionan una sensación
de paz que no se consigue con las nubes.
Esta
última semana he leído dos libros inéditos que me han encantado, el segundo me
ha despertado unos sentimientos tan intensos que no podía dejar de leer. Ayer
falté a mi clase de baile, me quedé tapada en el sofá con la vista enredada en
las palabras, en las escenas que describían, en los instantes que me aceleraban
el corazón. ¡Fue increíble!
A
veces hay que pararse a descubrir otras historias, otras maneras de relatar,
otros personajes que no sean los tuyos. A mí los de ayer me calaron tan hondo
que los sentí parte de mí. Es extraño, a veces pienso: ¿Y por qué yo no escribo
así?
Me
dormí con la cabeza llena de ideas y emociones que brotaban del manuscrito
terminado. Si un libro consigue engancharte quieres más después del punto y
final. Mi cabeza ayer le dio consistencia al resto de la historia, a los años
siguientes, a las mil cosas que pasarán después. También llenó las ausencias
que la autora dejó deliberadamente para que sean los lectores los que pinten
esos meses. ¡Y funciona!
Antes de
apagar la luz tuve una idea absurda para un argumento, y digo absurda porque se alejaba
demasiado de mi estilo y de mis historias. He soñado con unos personajes que me
han llenado la cabeza de sensaciones tan vivas que apenas he dormido con
soltura.
Despertarse
con una idea interesante para llenar los folios y desgranar una trama nueva e interesante
es maravilloso, y más si te das cuenta de que estás saturada de la Serie Estrada…
Cuando
empiezo una novela y la abandono en el folio veinte o por ahí, cuando me
bloqueo y no deseo volver a sumergirme en esa trama, es un claro síntoma de que
debo iniciar otra cosa. Escribir tres novelas de una serie en diez meses es suficiente
para colapsar cualquier mente.
Con
la serie El Pentáculo me pasó lo
mismo, escribí La Baraja y Oros a una velocidad sorprendente,
incluso me propuse hacer un resumen de los cinco volúmenes que completaban la
saga, pero al llegar a Bastos, abandoné.
Sé que si mañana tengo una editorial comprometida en editar la serie entera
volveré a sumergirme en esas páginas, pero de momento utilizo mi inspiración
para dedicarme a otras cosas. Con la Serie
Estrada me pasa lo mismo, si una editorial compra LME y quiere publicar los
demás, ya terminaré LUE, pero de momento se va a quedar así, en el folio
veinte, a la espera de su turno.
Tengo
una idea, algo diferente, una historia de misterio sin sucesos paranormales,
una trama más parecida a La Baraja, pero
sin el componente fantástico. Tengo a mis personajes principales, un esquema
mental del principio y del pasado de la prota… ¡No veo el momento de empezar a
escribir!
¡Feliz
día! J
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