Gran día

10:01 Pat Casalà 8 Comments

¡Buenos días! No parece que el sol quiera acompañarnos en este 21 de diciembre, pero estoy tan feliz que me da igual, encuentro las sonrisas en cada pequeño detalle de mi inicio de las vacaciones de invierno. No sé si tengo la cabeza demasiado centrada en la escritura ni si avanzaré en EDP, no voy a ponerme ninguna obligación ni a pensar en qué haré, me dejaré llevar por la inercia de la serenidad y de la tranquilidad de no tener obligaciones laborales.

Ayer terminamos la jornada laboral con un concurso de tapas emocionante y un reparto de premios. Competimos con un montadito japonés que consistía en una oblea de arroz de sushi, que se hace en la sartén, acompañada por un puré de aguacate y un tartar de salmón.

¡Ganamos! Es el segundo año consecutivo que nos llevamos el galardón a la tapa más sabrosa. Si tenemos en cuenta que el nivel de este año era superior al del pasado, nos podemos sentir muy orgullosos.

Destaco la compenetración que tenemos en la oficina, nuestra planificación y la capacidad de trabajar en equipo. Unas semanas antes del concurso nos reunimos para pensar qué haremos, luego miramos vídeos en Internet para encontrar la mejor receta para nuestra creación y al final nos dividimos el trabajo de manera equitativa.

Después de la degustación, del reparto de premios y de felicitar la Navidad a los miembros de los equipos, nos fuimos a la oficina a abrir la botella maxi de cava que nos dieron de premio. Trajeron jamón, bocadillos, dulces… Y hablamos distendidamente con los jefes, con los compañeros, con personas que tienen mucho que explicar.

Luego nos fuimos algunos a cenar a un restaurante del centro de Barcelona para acabar de despedirnos antes de las fiestas. Acabamos a las dos de la madrugada con abrazos e ilusiones.

¡Es genial trabajar con gente así!

Tengo deberes laborales y de inglés estas fiestas. Debo pensar, organizar mi cabeza y definir cómo encararemos la recta inicial de varios proyectos que llegarán a mercado durante el primer trimestre de 2014. Y debo recapacitar mucho, así que buscaré momentos en las vacaciones para darle vueltas a la situación.

Lo que tengo claro es que este ambiente laboral tan fantástico no lo voy a encontrar con facilidad y que es absurdo plantearse cambiarlo. A ver dónde me conduce la vida…

¡Feliz día! J