Canciones para soñar
¡Buenos días! A veces mi subconsciente me descubre
su capacidad para descubrir giros en la trama mientras duermo y me sorprende
con ellos al día siguiente de una manera particular.
Ayer me levanté con una canción en la cabeza que
hacía más de diez años que no escuchaba. Fui al despacho tarareándola, con la
sensación de dar un paso atrás en el tiempo, cuando llevaba y recogía a mis
hijos del colegio en coche y me pasaba las colas escuchando canciones en bucle.
Sí, entonces ya tenía esta afición. Repetía las
canciones que me gustaban una y otra vez, hasta que me las aprendía de memoria.
Es como si las notas pudieran llevarme de la mano
de las historias hasta el alma de los personajes y acercarme a sus emociones de
manera intensa. Mientras conducía le daba vueltas a las historias, acompañada
de la música que lograba ponerme en situación.
Ahora escribo dos novelas a la vez, ambas
inspiradas en un mismo grupo de gente, pero con ideas diferentes e independientes.
Mientras Julia y Zack terminan su historia en la tercera novela de la serie, Luke
y Kristie viven su romance en un único manuscrito.
En la serie me propuse darle una vuelta de tuerca
a mi afición de escuchar canciones en bucle para sentir una escena y utilizarlas
como parte de la trama, con connotaciones de ese instante, buscando letras que
ligaran con ese él y ayudaran a los personajes a darse cuenta de algunos
sentimientos.
De momento funciona, aunque requiere una investigación
exhaustiva de letras y canciones hasta dar con la idónea.
Llevo unos días con una escena de CEST en la
cabeza, dándole vueltas a un instante con una carga emocional intensa. Y ayer
me desperté con Bring me to life repitiéndose
en la cabeza. Mientras conducía la moto hacia la oficina la tarareaba sin ser
consciente de ese movimiento de labios.
Una vez en el despacho el ordenador no me
funcionaba y mientras nuestro querido IT lo arreglaba me escuchó cantar la
letra a mi manera (no la recordaba bien y me la inventé). Me preguntó si era la
canción de Evanescece y al decirle que sí descubrí lo maravilloso que es mi subconsciente,
ya que la letra es perfecta para la escena de Luke y Kristie que tengo en
mente.
Llevo desde entonces escuchándola en bucle, con
los sentimientos a flor de piel, sonrisas, suspiros y un sinfín de imágenes en
la cabeza para avanzar en el laberinto de esta novela.
Puedo con dos a la vez. Llevo ciento cincuenta
folios de una y sesenta de la otra en casi dos meses y no pierdo el hilo de ninguna
porque las dos historias me cautivan, llenándome de emociones y de ideas.
¡Feliz día! J
0 comentarios: