Dipersión total
¡Buenos días! Hoy tengo mil cosas en la cabeza y
no soy capaz de centrarlas de manera coherente. Ayer, en vez de escribir, acabé
mirando una temporada entera de una serie de televisión para despejarme.
Supongo que necesito un poco de paz interior o de parón creativo para encontrar
de nuevo las ideas.
Tengo mucho trabajo y la cabeza emborronada.
Necesito dormir un poco más para ver si poco a poco recupero la calma mental
para regresar al redil de la escritura, la lectura y la posibilidad de centrarme.
A veces va bien aprovechar las horas libres para
tomar el sol, caminar, leer y respirar algo de aire puro. Estos últimos dos
meses me he enfrentado a muchas emociones fabulosas y todavía tengo resaca de
ellas en el cuerpo.
Desde la propuesta de publicación de Rumbo a ninguna parte de Red Apple
Ediciones no he parado de emocionarme y de sentir cómo la ilusión se apoderaba de
mi interior para llenarme con sonrisas, suspiros y dispersión. Ver cómo la
novela ya está a la venta y se mantiene en una buena posición en las listas de
Amazon es increíble, igual que leer reseñas y recibir comentarios de manera
privada.
Preparar la presentación, mirar bien la maqueta
del libro en papel, releer algunas partes y buscar momentos para promocionar me
llena mucho tiempo y me estresa un poco. Pero es parte de mi trabajo si quiero
llegar a los lectores porque si nadie conoce la existencia de la novela, ¿cómo
la van a leer?
La idea de escribir una trilogía quizás es
demasiado ambiciosa porque ahora, a falta de setenta folios del final, siento
el cansancio de darle vueltas a la misma trama para llegar a un desenlace a la
altura de la historia. Resolver el puzle de algunas subtramas me parece
difícil, aunque por suerte mi mente funciona por las noches y me trae ideas al
despertarme. Ahora debo encontrar la forma de llevarlas al papel…
Seguro que
en poco tiempo me desencallo, pero esta vez la escritura ha sido con baches en
el camino, sin centrar cien por cien la mente, como si estuviera inmersa en una
espiral de inquietud que la lleva a buscar otros estímulos antes de decidirse a
idear los flecos de NPVST.
Ayer salió una reseña de Los mundos de Esme (enlace). Atalanta nos cuenta su opinión de la
novela en su blog Un libro junto al fuego.
En general es una buena reseña y me
alienta a sacar algún día LMR, la continuación de la serie Estrada, donde
Raquel se enfrenta a un caso muy diferente al de la primera entrega de la
serie. Aunque con la maratoniana tarea de escribir dos novelas a la vez no veo
cómo encajar la relectura obligatoria para hacerlo…
Si hay algo común en todas las reseñas de mis
novelas es la manera trepidante en la que sucede y la narración ágil gracias a
mi estilo. Eso me llena de emoción.
¡Feliz día! J
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