Romántica forever
¡Buenos días! Cuesta levantarse para ir a trabajar
después de tres magníficos días en la montaña a solas con mi marido. Mis hijos
no querían pasar el fin de semana largo con nosotros y decidimos irnos solos.
¡Fue un gran acierto!
El sábado nos dedicamos a comprar y adecentar la
casa. Comimos en un restaurante que siempre vemos al pasar y nos hacía muchísima
ilusión probar y por la tarde vimos una película. Avancé bastante en la
escritura en los ratos libres. NPVST ya tiene ciento veinticuatro folios y CEST
cuarenta y cuatro.
Durante la comida recibí un mensaje genial. Es
alucinante para mí saber que Rumbo a
ninguna parte ha conseguido emocionar a una lectora muy exigente. Al leer
sus palabras me saltaron las lágrimas, con una enorme sonrisa en los labios.
¡Gracias Carmen! ¡De corazón!
Los años sin progresos en el campo editorial me
han convertido en alguien con las expectativas más ajustadas a la realidad.
Ahora me emocionan las pequeñas cosas, saber que Bruno y Aurora han llegado al
corazoncito de alguien y que quizás consigan despertar el interés de lectores
anónimos.
De momento la novela se mantiene en un buen puesto
en la lista de Amazon. Esa realidad es perfecta para despertar mis sonrisas
diarias y llenarme de energía positiva para seguir adelante con las nuevas
historias que tengo entre manos.
Luke y Kristie empiezan a delinearse en mi mente,
encontrando algunas sendas inexploradas al principio. Julia y Zack caminan de
la mano hacia el final de su periplo, con un sinfín de momentos tensos
provocados por un personaje que ha crecido durante los tres libros. En cien
folios he de llegar a un lugar determinado. A ver si tengo suficiente con esos
folios o necesito añadir más. ¡Hay mil flecos para cerrar!
Es curioso cómo son los personajes quienes me
atrapan en la red de las ideas y me muestran el sendero a recorrer para asentar
su relación. En las últimas historias busco frases, canciones y gestos que
signifiquen algo importante para mis protagonistas. Como firmar las misivas de
amor con CDTEAT. Si algún día esta novela es una realidad en papel esas siglas estarán
presentes en las dedicatorias.
En las novelas románticas hay varios ingredientes
muy importantes para llegar al clímax de una manera intensa. El flirteo, el
primer beso, el primer te quiero... Esas son las mejores partes porque me
llenan de sentimientos y consiguen sonrisas y suspiros.
Aunque también me gusta añadirles un poco de
misterio, intriga y acción. Nunca renunciaré a esas partes importantes en la
construcción de la historia, a aderezarlas con mis ideas locas y subtramas
imposibles.
Ayer regresé a casa con las ideas renovadas y la
alegría de ser capaz de tocar el cielo con las manos. Puedo vibrar con las
historias, ser otra persona durante unas horas, saborear la aventura de
escribir con la mente abierta.
¡Feliz día! J
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