Cierra los ojos y sueña
¡Buenos días! Este fin de semana se ha llenado de
instantes perfectos para recordar. El sábado mi marido y yo cumplimos los
treinta años de casados, pero tal como sucede desde hace unos años lo
celebramos tú en Hong Kong y yo en Barcelona.
Por suerte
dos amigas se apiadaron de mí y me llevaron a cenar a un japonés, con un
inesperado regalo de un Toblerone y una conversación agradable y feliz.
Me he metido de lleno en un berenjenal imposible.
Quizás es cierto lo que me dijo Mabel el viernes: «¡Vas a acabar majareta!».
Pero me encanta ser una loca creativa, vivir sumergida en las historias, con
mil ideas en mi cabeza, sin dejar de tejer las vidas ajenas con la sensación de
ser una titiritera capaz de dirigir sus hilos hacia un lugar mágico.
Empecé una nueva novela. Sí, lo sé, todavía me
quedan dos terceras partes de NPVST y debería concentrarme. Pero me apetece
muchísimo darle vida a la trama de Luke y Kristie mientras termino la de Julia
y Zack. Son dos historias complementarias, cada una tiene un ritmo claro, con
sus momentos de intensidad y un sinfín de ideas que ahora mismo pululan libres
por mi mente.
Lo que de momento se resiste es el sueño durante
las noches, pero ya regresará…
Tenía un esquema trazado, una idea de qué quería
escribir el fin de semana y hasta dónde llegaría en mi afán de conseguir salir
indemne de la maratón, pero entonces me llegaron las galeradas de Rumbo a ninguna parte. Es algo precioso,
ver las correcciones, saber que pronto estará a la venta y que Bruno y Aurora
acompañarán a algún lector durante un tiempo.
Así que rompí mi esquema mental de escritura para
volver a sentir cómo crecía el amor entre estos dos personajes. Releer el
manuscrito es una experiencia gratificante, aunque tenga la historia en la
cabeza no recuerdo los diálogos enteros ni algunas frases que me hacen
suspirar.
Hoy voy a seguir con mi deseo de avanzar en las
dos novelas que tengo entre manos, con siglas parecidas, listas en Spotify y
personajes definidos: NPVST, con una Julia y un Zack avanzando hacia el
desenlace y CEST, donde Kristie y Luke van a experimentar el primer amor.
Voy a lograrlo, seré altamente capaz de sacar
adelante los proyectos. Es parte de la emoción de escribir, marcarme retos
imposibles y llegar a coronarlos con éxito. ¡Ojalá tenga esta energía durante
años!
Ya tengo la idea para seguir explorando la vida de
Fort Lucas y sus componentes una vez termine con estas dos entregas. Y es que
esta pandilla de personas que he creado me parece la mejor baza para exprimir
al máximo las historias.
¡Feliz día! J
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