Lunes again...
¡Buenos días! Hoy lunes me despierto con la cabeza
llena de ideas y muchísimas ganas de seguir tecleando, pero el deber me llama y
debo ir a trabajar para ganarme mi sueldo a final de mes…
Estos dos días me han servido para avanzar mucho
en los dos manuscritos, ambos tienen una chispa que me atrapa para llevarme a
escribir sin detenerme, con la emoción de descubrir hacia dónde se encaminan
las vidas de los protagonistas.
Convivir con ellos es una fuente inagotable de
energía positiva. A veces releo algún trocito de novelas antiguas ya publicadas
que residen en el disco duro de mi ordenador y consigo conectar otra vez con
esa personita imaginaria que me acompañó durante unos meses, mientras escribía
su historia.
Poner el punto y final en una novela equivale a
dejar atrás un mundo de sensaciones, la compañía de alguien que ha crecido
conmigo, mostrándome su forma de ser, sus reacciones, su manera de sentir.
A veces pienso que escribir la historia de cada
personaje equivale a actuar en una película donde improviso el guion a cada
momento. La estructura de mis novelas es siempre igual: un capítulo en primera
persona y el siguiente en tercera, alternando los puntos de vista de los
narradores para tener una visión más amplia de la situación.
Cuando narro en la voz de la protagonista mi
cerebro crea una simbiosis perfecta con ella y actúa según su personalidad.
Algo que me preocupa mucho es que actúe como toca para dotarla de credibilidad.
La historia, por muy fantástica que sea, ha de resultar lógica, cerrando todos
los flecos, sin dejar nada al azar.
El personaje masculino suele costarme más, porque
mi psique es femenina y me cuesta un mundo ponerme en la piel de un hombre.
Para solucionar esos flecos tengo a una de mis betas, que siempre me señala
esos despistes narrativos. Por suerte cada día aprendo un poquito más sobre
cómo actuaría un hombre en circunstancias concretas y consigo dotarlos de mayor
verosimilitud.
Me hace mucha ilusión compartir con vosotros una
reseña de Rumbo a ninguna parte
escrita por Carmen, la administradora del blog Libros Escondidos. Para mí es un honor haber despertado su interés,
que Bruno y Aurora le hayan parecido unos personajes tan intensos y que sus
opiniones sean tan maravillosas. ¿Queréis echarle un vistazo? (Enlace).
Las reseñas para mí siempre son un misterio a
descubrir. Enviar un manuscrito a un blogger siempre me da vértigo porque
quizás su opinión no es del todo favorable. Con los años he aprendido a
apreciar cualquier comentario de los libros para aprender de ellos, siempre en
busca de mejorar.
¡Feliz día! J
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