Abducida por Outlander
¡Buenos días! Este fin de semana me lo he tomado
de descanso. Necesitaba parar de escribir, tomar distancia con las novelas y
pensar en otra cosa para avanzar con mayor serenidad al regresar a la historia
de Zack y Julia.
Hace un tiempo leí una saga de libros que me
enganchó muchísimo. No es fácil mantenerme atrapada entre las páginas de un
libro, así que leerme siete novelas de setecientas páginas de una sentada es algo
que no sucede con asuiduidad. Con la serie Forastera
me pasó. Fe algo insólito, no podía dejar de leer, y cuando terminaba uno
quería el siguiente, con ansia.
Diana Gabaldon consiguió esa comunión intensa
entre los personajes y mi mundo paralelo, me arrastró a la Escocia del siglo
XVIII, me hizo sufrir, amar, llorar, reír y emocionarme. Cuando me sucede es
como si les diera vida, como si fueran personas de verdad que me acompañan por
un tiempo y al alargar la mano pudiera tocarlos.
Claire y James me arrebataron el alma durante un
tiempo, siempre quería más, aunque el segundo libro empezó de una manera
abrupta y me dejó mal cuerpo. A veces pienso en cómo lo hubiera escrito yo, en
cómo alargar la vida de estos personajes de manera más cercana a mis deseos, y
me doy cuenta de la grandeza de crear las tramas a mi manera.
Y sí, quizás hay flecos, diferencias de opinión,
otras maneras de abordar la historia, pero a mí me gusta avanzar de una forma
determinada, y por eso las escribo así. Después, cuando me enfrento a las
críticas, descubro otros matices, otras formas de solucionar la trama. A veces
las adopto, otras sé que está bien esa apreciación, pero que le di el giro
deseado, dándole un color determinado a la situación, con la capacidad de
dirigir los hilos de las personas hacia mis más profundas ilusiones.
La necesidad de alejarme de Julia y Zack un par de
días era algo básico para despejarme la cabeza. Hay varios flecos de UDMST que
me asaltan, dudas de cómo seguir sin caer en la exageración, sensación de no
acabar de encontrar el tono…
El sábado por la mañana me decidí a buscar el
primer episodio de Outlander en la red
para despejarme. Hacer algo así en mi caso es peligroso, porque si me atrapa en
sus redes no me conformo con poco. Me encantó cómo los guionistas adaptaron el
libro, la interacción de los actores, la ambientación. Y, tal como me
imaginaba, necesité más.
Con la premisa de llegar a un momento concreto, me
puse un episodio tras otro, embebiendo cada giro, cada instante, con el
recuerdo de las páginas impresas que me robaron el corazón. Y acabé viendo la primera
temporada entera, sin dejarme nada. También vi el primer capítulo de la segunda.
Al ver que ya no había más episodios me fui a buscar los libros para releer
algunos pasajes…
Sí, soy adicta a las tramas que me enganchan, pero
eso no hace daño a nadie, ¿no? Estoy convencida de que hoy podré empezar la
corrección de UDMST con la mente más clara.
¡Feliz día! J
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