Para MQB

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Es jueves… Esta semana parece enredada en el limbo de los líos. Cada día me enfrento a uno nuevo al llegar al despacho y hoy se presenta movidito… 
Tengo ganas de viernes…
Estos últimos días de reencuentros y mensajes con personas de mi pasado me ha dado por rendirme a una nostalgia feliz. Ahora que mi vida es una serena sucesión de alegrías puedo quedarme solo con la parte positiva, reírme de los buenos momentos, emocionarme con la posibilidad de charlar con esas personas espaciales que pasaron por mi vida.


Llevo dos días un poco ñoña, con suspiros exagerados y mordiéndome el labio a todas horas, sin dejar de darme cuenta de la enorme suerte que tengo de estar rodeada de gente maravillosa.
Pasé muchos años buscando algo imposible, soñando con la consecución de unos objetivos demasiado alejados de la realidad y con la intención de encontrar amigas que me entendieran. Ser diferente, pensar y procesar a una velocidad distinta a los demás y anhelar otras cosas que ellos suele acarrear dificultades para encajar.
Me costó un gran esfuerzo centrar mis esfuerzos en darle vida en el papel a las historias para plasmar cada uno de mis sentimientos. El tiempo me ha demostrado que siempre encuentras a personas con las que compartir tu camino, gente que te acepta tal y como eres, sin ver más allá de tu realidad.


Siento en extremo, al cerrar los ojos puedo trasladarme a un mundo paralelo, aterrizar en el cuerpo de otra persona, vivir su aventura, sentir que una pareja literaria o televisiva existe en mi interior, escuchar una canción y emocionarme lo suficiente para llorar sin fin.
Nunca renunciaré a esas capacidades, porque me hacen feliz.
Me siento afortunada por las personas que me acompañan en este camino extraño de la creación y creo que me cuesta demostrarlo. Para mí es más sencillo hablar por escrito, dejar constancia de mis sentimientos en una hoja de papel, sin expresarlo en voz alta. Quizás por eso mantengo largas conversaciones literarias por chat y soy tan feliz al tener amigas al otro lado de Internet.


Los años me han mostrado un mundo lleno de excitantes posibilidades, una ilusión diaria, la energía necesaria para no desfallecer en el intento de disfrutar de cada pequeño momento y, sobre todo, de mis queridas beta. Nunca pensé que me llenaría tanto tener unas amigas capaces de entenderme, de leerme, de ayudarme a mejorar las historias, de estar siempre ahí.
Y quizás no doy las gracias con la suficiente regularidad. Así que hoy quiero agradecerles que me acompañen, que sigan acompañándome, que no me manden lejos cuando mi cabeza se dedica a martillearme con ideas, con diálogos, con trozos de mis novelas y a mí me da por mandárselas al chat, adelantándoles ideas. O cuando discutimos sus comentarios, dándole la vuelta a las escenas.
Ojalá sigan a mi lado muchos años más.
¡Feliz día! J



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