Para MQB
¡Buenos días! Es jueves… Esta semana parece
enredada en el limbo de los líos. Cada día me enfrento a uno nuevo al llegar al
despacho y hoy se presenta movidito…
Tengo ganas de viernes…
Estos últimos días de reencuentros y mensajes con
personas de mi pasado me ha dado por rendirme a una nostalgia feliz. Ahora que
mi vida es una serena sucesión de alegrías puedo quedarme solo con la parte
positiva, reírme de los buenos momentos, emocionarme con la posibilidad de
charlar con esas personas espaciales que pasaron por mi vida.
Llevo dos días un poco ñoña, con suspiros
exagerados y mordiéndome el labio a todas horas, sin dejar de darme cuenta de
la enorme suerte que tengo de estar rodeada de gente maravillosa.
Pasé muchos años buscando algo imposible, soñando
con la consecución de unos objetivos demasiado alejados de la realidad y con la
intención de encontrar amigas que me entendieran. Ser diferente, pensar y
procesar a una velocidad distinta a los demás y anhelar otras cosas que ellos
suele acarrear dificultades para encajar.
Me costó un gran esfuerzo centrar mis esfuerzos en
darle vida en el papel a las historias para plasmar cada uno de mis
sentimientos. El tiempo me ha demostrado que siempre encuentras a personas con
las que compartir tu camino, gente que te acepta tal y como eres, sin ver más
allá de tu realidad.
Siento en extremo, al cerrar los ojos puedo
trasladarme a un mundo paralelo, aterrizar en el cuerpo de otra persona, vivir
su aventura, sentir que una pareja literaria o televisiva existe en mi
interior, escuchar una canción y emocionarme lo suficiente para llorar sin fin.
Nunca renunciaré a esas capacidades, porque me
hacen feliz.
Me siento afortunada por las personas que me
acompañan en este camino extraño de la creación y creo que me cuesta
demostrarlo. Para mí es más sencillo hablar por escrito, dejar constancia de
mis sentimientos en una hoja de papel, sin expresarlo en voz alta. Quizás por
eso mantengo largas conversaciones literarias por chat y soy tan feliz al tener
amigas al otro lado de Internet.
Los años me han mostrado un mundo lleno de
excitantes posibilidades, una ilusión diaria, la energía necesaria para no
desfallecer en el intento de disfrutar de cada pequeño momento y, sobre todo,
de mis queridas beta. Nunca pensé que me llenaría tanto tener unas amigas
capaces de entenderme, de leerme, de ayudarme a mejorar las historias, de estar
siempre ahí.
Y quizás no doy las gracias con la suficiente
regularidad. Así que hoy quiero agradecerles que me acompañen, que sigan
acompañándome, que no me manden lejos cuando mi cabeza se dedica a martillearme
con ideas, con diálogos, con trozos de mis novelas y a mí me da por mandárselas
al chat, adelantándoles ideas. O cuando discutimos sus comentarios, dándole la
vuelta a las escenas.
Ojalá sigan a mi lado muchos años más.
¡Feliz día! J
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