Mil cambios de registro

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! La vida no deja de darme sorpresas agradables, es como si por fin pudiera sonreír cada día al descubrir los giros inesperados de las cosas.
Recuerdo cuando de jovencita abandoné para siempre la lectura de los libros románticos de mi abuela, donde la vida de las damiselas de la Inglaterra victoriana transcurría entre mil aventuras para descubrir un amor sin fronteras que perduraba más allá de los límites conocidos.


Fue gracias a un regalo de mi padre: El Ocho, de Katherine Neville, un libro que se convirtió en mi fetiche, que entre sus páginas decidí qué iba a escribir yo de mayor.
Durante los años siguientes devoré una cantidad innombrable de novelas parecidas, embebiendo de las ideas de los autores y delineando en mi interior las tramas que algún día conformarían mi bagaje literario.


Sin embargo el día que me decidí a abandonar las sugerencias de mis profesoras, a superar la maldita dislexia que durante años me había mantenido al margen de la palabra escrita y a novelar de una vez por todos mis mundos paralelos, lo hice dándole vida a Ónixon, mi refugio particular durante la infancia y primera juventud, un lugar imaginario donde me aislaba cuando la realidad me ahogaba.
Me prometí que nunca jamás escribiría romántica. Prefería los misterios de la humanidad, las aventuras, las historias de ciencia-ficción o paranormales, sin olvidar un romance en la trama.


De la ciencia-ficción pasé a un thriller con trasfondo científico que nunca ha visto la luz. Géminis es una novela ambiciosa, llena de giros inesperados, de casualidades y de personajes que me llenaron muchísimo. Pero necesita una revisión que ahora mismo no tengo tiempo de darle.
Y al fin llegó la explosión de imaginación con El secreto de las cuartetas. Fue mi primera incursión en el género de aventuras paranormales, en las horas dedicadas a documentarme, a mis deseos de escribir ese tipo de literatura. Le siguieron El secreto de los cristales, Indicios, La baraja y Oros.  


Pero entonces sentí que necesitaba un cambio, dejar la Serie El pentáculo y centrarme en temas reales, no en la parte paranormal. Y empecé la Serie Estrada con los mundos de Esme. Fueron tres novelas llenas de energía, con emoción y muchos deseos de novelar mis ideas locas. De momento LMR y LDE siguen inéditas, quizás algún día las suba a Amazon…
Al terminar descubrí algo extraño. Deseaba escribir romántica, intentarlo con una New Adult, a pesar de mi promesa de no hacerlo, pero sin olvidar la trama de suspense. Y le di vida a Jessie y a Noah en Ecos del Pasado. La experiencia fue tan increíble que inicié Dúo, con la sensación de que había encontrado mi género.


Y aquí estoy, con mil historias románticas en la cabeza, feliz, agradecida a Red Apple y a los lectores.
Tatty ayer publicó su reseña de Dúo en El universo de los libros (enlace).

¡Feliz día! J

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