Music & feelings
¡Buenos días! El martes despierta triste, con
lluvias y el suelo de mi terraza mojado. Me ha costado más que otras veces
abrir los ojos y caminar por la casa en silencio, tengo la mente enredada en
demasiadas cosas para dormir de un tirón, con las ideas revolucionadas.
Me pongo los cascos, abro el Spotify y me decido a
escuchar la lista llamada «descubrimiento semanal». Es una idea genial, cada
semana me proponen canciones similares a mis gustos para que las añada a mis playlists. Funciona, porque siempre
encuentro baladas fabulosas para escribir y substituir a las conocidas.
Aunque para esto de la música soy igualita que
Julia, me apasiona escuchar una canción en bucle durante días para darle vida a
los sentimientos de una escena en concreto. Normalmente elijo las baladas por
su ritmo y su letra. Me gusta que tengan conexión con los sucesos del
manuscrito.
También guardo algunas canciones movidas para
encuadrar otros instantes. Luego me dedico a escuchar la lista de una novela
durante los meses que dura la escritura de manera repetitiva, con predilección
por unas composiciones determinadas.
La gracia está en que si algún día vuelvo a
escuchar esa música en algún otro lugar mi mente regresa a la novela, con la
mágica sensación de que los protagonistas reviven en mi interior, con la
sensación de que son reales, de que me acompañan de verdad en esta travesía
llamada vida.
Cuando acabo de escribir dejo atrás la lista, la
novela, los protagonistas, ese mundo imaginario que me ha tenido abducida
durante meses, y siento un vacío en el corazón, que rápidamente se llena con otra
historia, sin dejar de crear situaciones ni aventuras ni emociones.
Para mí escribir es eso, permitirme cruzar el
puente imaginario entre mis dos mundos para adentrarme en uno lleno de magia,
donde soy capaz de dirigir los hilos de los sucesos para llenar las páginas de
color. He probado mil géneros, he creado diecisiete novelas y las he disfrutado
muchísimo, porque me encanta ser capaz de vivir a aventuras a través de mis
personajes.
La música es un vehículo perfecto para arrancarme sentimientos,
hay canciones que consiguen hacerme llorar, otras me emocionan lo suficiente
para morderme el labio y suspirar. Muchas veces cierro los ojos, inspiro aire muy
fuerte y me traslado a donde me llevan los acordes. ¿Venís conmigo?
¡Feliz día! J
0 comentarios: