Dispersión

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Ayer el frío me pilló totalmente por sorpresa. Ahora llueve. Parece como si el tiempo anduviera montado en un tiovivo y girara sin parar, sin detenerse, sin traer una estabilidad en su manera caprichosa de comportarse.
Me apetece sol, serenidad, canto armonioso de pájaros y un cielo azul, de los que se llenan de estrellas parpadeantes por las noches. Desde la ventana de mi despacho me gusta ver un día radiante mientras trabajo. ¡Ojalá se despeje el cielo!
Ayer tuve una conversación larga con mi amiga de Suiza. Ella no ve bien algunos de los diálogos de UDMST y yo no sé si estoy obtusa o simplemente negativa, porque me cuesta escuchar sus consejos. Y normalmente soy de las que los acepto, los delibero conmigo misma y acabo adoptándolos a mi manera.


Quizás necesito algo de tiempo y sacarme de la cabeza algunas idioteces, como el seguir manteniendo un número determinado de palabras. Estoy convencida de que cuando acabe NPVST cogeré la corrección de su predecesora con ilusión, sin perder de vista las impresiones de mis dos beta más críticas.
A veces me cuesta entender su razonamiento, aunque al final siempre acabo absorbiendo la parte interesante de sus consejos. La grandeza de aprender y de tenerlas es saber escucharlas. Si no sería como ir al médico y pasar absolutamente de su pauta de medicación.


Ufff, mi cabeza parece un hervidero de ideas dispares esta mañana. Me he despertado más pronto de lo habitual, mi marido está en China y cuando falta me cuesta más mantener unas pautas de sueño saludables. Me he estirado en la cama después de desayunar a escribir un par de folios de la novela y ahora me disperso al escribir en el blog.
Estoy convencida de que en unas horas mi mente funcionará a pleno rendimiento y seré capaz de despejar cada una de mis obligaciones laborales perfectamente hilvanada. Pero ahora mismo me iría bien un poco de concentración.
Quedan trece días para la publicación de Rumbo a ninguna parte. Estoy de los nervios, nunca me he mordido las uñas, pero en este instante creo que voy a empezar. Escucho el tic, tac del reloj con una emoción intensa, deseo que llegue el día para verla en la estantería virtual de varias plataformas y con la posibilidad de comprarla en papel a través de Amazon.


Voy a pedir libros para tener en casa. Si alguien quiere un ejemplar firmado solo ha de pedirlo, para mí será un honor hacérselo llegar. Esta novela me encanta y me hace muy feliz preparar la presentación, verla convertida en un libro de verdad y saber que pronto estará preparada para venderse.
Echadle una ojeada a la reseña de Los mundos de Esme que apareció hace pocos días en el blog Porque amamos los libros (enlace).

¡Feliz día! J

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