Soñar despierta
¡Buenos días! Ayer recordé durante un rato el
maravilloso viaje a Malasia al contárselo al padre de una compañera de clase de
mi hija. Fue emocionante regresar a las aguas de Perhentian, sumergirme para
seguir a las tortugas, tumbarme en una hamaca a tomar el sol con mi Kindle
lleno de excitantes novedades literarias. Langkawi con sus islas cercanas, los manglares,
el Sky Bridge y el Cable Car. El Parque Nacional de Bako en Borneo, cerca de
Kuching, la visita a los orangutanes. Y el final de viaje en Singapur, con sus edificios
impresionantes y el Marina Bay…
Cierro los ojos y regreso a esos días con un
suspiro alegre, evocando cada instante con la ilusión como compañera.
Este año hice algo como deformación profesional,
anoté cada uno de los gastos a medida que se sucedían y confeccioné un Excel
detallado con un presupuesto, los costes reales y las desviaciones, por pestañas
y con un cuadro resumen. Al final resultó que había presupuestado más de lo que
fue en realidad. Tenía medias diarias para los cuatro, medias diarias para cada
uno y medias por persona del viaje en total.
Hacer Excels me relaja… Ya, es una tontería, pero
a veces me entiendo mejor con el lenguaje matemático que con el español o el
catalán. Dedicar un rato a darle formato a las celdas, a crear nuevas fórmulas
para encontrar las sumas de cada tipo de gasto y conseguir que los números
cuadren es una pasada. A mí me gusta, de hecho me paso el día en el despacho
construyendo Excels, llenándolos y analizándolos.
Mi trabajo consiste básicamente en eso, en
controlar cada euro que entra y sale de las siete entidades que llevo, en
destinar los recursos correctamente, en decidir cómo nos los gastaremos y en hacer
un seguimiento de la actividad por áreas, de las desviaciones presupuestarias y
de la tesorería. Además también llevo la parte de recursos humanos, los cierres
contables, la supervisión de la contabilidad analítica, la presentación de
libros, las obligaciones mercantiles… Uffff, casi que paro de escribirlo porque
me da dolor de cabeza pensar en tantas cosas.
Mi parte preferida son sin duda los Excels. Cuando
consigo cuadrar uno me emociono, y cuando los controles de tesorería me
muestran que llegaremos a final de año salto de alegría.
Al fin ayer conseguí desbloquearme en la
escritura. Miré el segundo episodio de la segunda temporada de Outlander, mantuve una larga
conversación telefónica y me puse música para relajarme. ¡Logré llenar casi un capítulo!
Guay, a partir de ahora la novela irá sobre ruedas, seguro.
Estoy a la caza de una idea para la siguiente
(ufff, debería decirle a mi cabeza que frenara un poco, ¿no?). Tengo varias
opciones, a ver por cuál me decanto... De momento voy a seguir con Zack y
Julia.
¡Feliz día! J
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