Gustos literarios
¡Buenos días! Ayer terminé el libro que empecé anteayer (sí, a
mí los libros que me gustan me duran un suspiro y los devoro aunque tenga que
estar despierta toda la noche). Me gustó, decir lo contrario sería faltar a la
verdad, pero todavía estoy impactada por la historia y, sobre todo, por el
final.
Decir que es triste se queda corto. Empecé a llorar a las
siete de la tarde y no paré hasta las doce y media, cuando puse el punto y
final.
No disfruté de la lectura porque a mí las historias tristes me
afectan demasiado. Ojalá en la sinopsis hubieran anunciado de alguna manera que
no era una novela romántica sino un dramón de aquellos que te dejan el corazón encogido.
Una de las grandes virtudes de la romántica es que siempre
acaba bien y cuando cierro las páginas del libro (en sentido figurado porque lo
que realmente apago es el Kindle), me quedo con una sonrisa feliz, con lágrimas
de emoción positiva, con la sensación de que al final todo se arregla.
Respeto mucho los gustos de la gente, pero este es el mío.
Cuando voy al cine, leo un libro o veo una serie de televisión quiero un final
feliz, me niego a estar como ahora, dándole vueltas a esa historia que me ha
dejado un regusto amargo.
La vida tiene mil momentos duros, hay que hacer frente a
problemas, lidiar con problemas y aunque la mía es fabulosa, mi intención a la
hora de leer, de ver la tele o de ir al cine es descubrir cómo la imaginación
nos puede llevar a un lugar donde todo es posible y encuentra una solución.
No recomendaría el libro porque me dejó una angustia que
todavía me acompaña. Entiendo que retrata una realidad, pero es muy duro y
pasarme cuatro horas llorando a lágrima viva mientras leía por pura tristeza y
no por emoción bonita, es algo que detesto.
Y sí, continué leyendo porque en ese instante ya no podía
soltar el libro… Necesitaba saber el final, ver si un milagro lograba
arreglarlo. Y encima me quedé sin epílogo… Ya que la historia es tan dura, la
autora podría haber puesto un salto temporal para enseñarnos a los personajes
unos años después con las heridas cicatrizadas.
En fin… No voy a dar el nombre del libro porque no es malo y
sigo defendiendo que mi opinión es subjetiva, ya que responde a mis gustos
personales.
Solo mencionaré que, tal como expliqué ayer, me sorprendió
muchísimo la corrección de este libro. A ese (h)echar la cabeza hacia
atrás se le sumó una palabra con la que flipé. Aprehensivo en vez de
aprensivo. Ambas existen, pero es incorrecto usar la primera para designar a
alguien escrupuloso, que siente aprensión o miedo infundado o excesivo a sufrir
daños o enfermedades, ya que aprehensivo significa que es capaz de aprehender (asimilar
inmediatamente, llegar a entender).
Ayer salió una reseña preciosa de Cada día te espero a ti en el blog El mundo de la fantasía (enlace). Cristina habla acerca de los
personajes, de que la historia le ha parecido adictiva, de cuánto le ha
gustado. ¡Qué bonito es leer estas opiniones!
¡Feliz día! J
Creo que los lectores que más disfrutamos nos implicamos mucho emocionalmente con las historias que estamos leyendo. Es algo bueno, pero a veces nos obliga a elegir con cuidado el libro para cada momento. Un saludo.
ResponderEliminarhttps://libreriallerapacios.com/libros/segunda-mano/
Es importante elegir bien, eso es cierto. Implicarse con los personajes mientras lees es mágico.
Eliminar¡Un beso!