Hablando un poco de hijos...
¡Buenos
días! Un jueves más que coleccionar… El día se despierta entre nublado y
despejado, como si el sol no acabara de sentirse cómodo entre nosotros.
Mi
hijo está de colonias hasta esta tarde y hoy se va la pequeña. En su colegio
consideran que es mejor no romper la rutina de estudio durante el año y hacer
convivencias al principio y al final del curso.
Hodding
Carter decía: «solamente dos legados duraderos podemos aspirar a dejar a
nuestros hijos: uno, raíces; el otro, alas». Es cierto, es necesario que les
enseñemos a ser independientes, a valerse por sí mismos y a no apoyarse
demasiado en nosotros a medida que crecen para que sepan encarar la vida con
valentía.
A
veces es difícil encontrar el equilibrio entre la protección que les brindamos
y su necesidad de aprender a moverse por el mundo sin cadenas. En la adolescencia,
ese momento tan ingrato para los padres, ellos buscan su identidad personal y
nosotros les molestamos muchas veces. Pero hemos de estar ahí, ayudarles a
entender qué camino es el mejor sin que sientan amenazada su independencia a la
hora de elegir.
Las
palabras de Louis Pasteur: «no le evitéis a vuestros hijos las dificultades de
la vida, enseñadles más bien a superarlas», resumen muy bien el párrafo
anterior y aportan un nuevo granito de arena. Es importante demostrar con actos
lo que predicas con palabras y demostrarles cómo encarar los problemas sin
miedo.
Es
cierto que en según qué edad la dificultad para entablar una conversación con
ellos aumenta y que los debates terminan subiendo de tono en demasiadas
ocasiones. Creo que nuestro rol es estar ahí, decirles cómo vemos la vida y
actuar en consecuencia.
¡Estoy
deseando ver lo que nos dice Doug Larson! «Pocas cosas resultan más
satisfactorias que ver a nuestros hijos criar hijos adolescentes». ¿Nunca les
habéis dicho aquello de: «espero que el día que tengas un hijo sea la mitad de cabezota
que tú para que sepas lo que es bueno»?
A
veces me siento tentada de dar un portazo y salir corriendo, aunque he de
reconocer que vale la pena tenerlos en casa, que son una fuente inagotable de
alegrías y que a pesar de los pesares me encanta tenerlos. ¡Si ya lo decía Bruce
Springsteen: «El matrimonio y los hijos aportan más flexibilidad emocional y te
permiten llevarte bien con la vida de otra gente»!
¡Feliz
día! J
Son unas buenas reflexiones Pat. Pienso lo mismo. Tienes dos hijos maravillosos.
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